Esposa Pecadora romance Capítulo 2198

Antes de que Naya pudiera terminar su frase, Raegan le dio una bofetada en el rostro.

Naya soltó un grito de dolor. Sorprendida, se sujetó la mejilla mientras levantaba la cabeza para mirar a Raegan.

“¡¿C-Cómo se atreve a pegarle a mi hija?!”. La señora Méndez se apresuró a acercarse para defender a Naya mientras miraba con rabia a Raegan. “¿Ha dicho algo malo mi hija? ¡Ava es una zorra! ¿Quién se cree que es para interferir…?”.

“Porque soy la madre de Ava. Porque como madre, ¡es mi instinto defender a mi hija!”.

“...”.

“...”.

Después de que Raegan dijera esas palabras, todo el salón de fiestas se sumió en un momento de silencio.

Luego de unos segundos, todos empezaron a platicar entre ellos.

“¿Qué? ¿La persona a la que Daniel le ha propuesto matrimonio es en realidad la hija de la persona más rica del País Y?”.

“¡No puede ser! No esperaba que Ava viniera de una familia así”.

“¡Con razón ha dicho que eran los Graham los que se beneficiarían de que Ava se casara en su familia! ¡A eso se refería!”.

La multitud murmuró, expresando su abrumadora sorpresa por la situación.

La señora Graham y la señora Méndez se quedaron boquiabiertas. Tenían los ojos abiertos como platos porque no podían creer lo que acababan de escuchar.

Ava no quería que todos se enteraran de quién era de esa manera, pero sabía que su madre no tuvo más remedio que decirlo.

“Ava, ¿es esto cierto?”. Daniel estaba igual de sorprendido y confundido.

“...”. El rostro de Naya se puso pálido mientras se cubría el lado derecho de su mejilla, que aún ardía.

“¿Su grupo ha confabulado para crear un compromiso falso y, aún así, ha tenido el descaro de decir que mi hija le ha robado su prometido? Creo que todos los presentes pueden ver la verdad por sí mismos con claridad”.

Luego de ser reprendidas por Raegan, Naya y su madre estaban tan avergonzadas que no pudieron decir nada.

“Como madre de Ava, te lo advierto, Naya. Si alguna vez te atreves a volver a fastidiar a mi hija y a mi futuro yerno, te prometo hacer que tu familia pague un alto precio”.

“...”. Cuando los tres Méndez escucharon la advertencia de Raegan, quedaron petrificados.

Después de que Raegan terminara lo que quería decir con calma y compostura, se giró para ver a Ava. La miró con cariño y dolor.

“Ava, sé que no quieres revelar mi relación contigo porque no quieres estar a mi lado, pero niña, eres mi hija y yo soy tu madre. Si alguien se atreve a amenazarte en el futuro, me aseguraré de que la persona no vuelva a ver la luz del día”.