Resumo do capítulo Capítulo 2201 de Esposa Pecadora
Neste capítulo de destaque do romance Romántica Esposa Pecadora, Sixteenth Child apresenta novos desafios, emoções intensas e avanços na história que prendem o leitor do início ao fim.
Las palabras de Ava sorprendieron tanto a Raegan como a Daniel, quienes estaban de pie uno al lado del otro.
Ambos pensaron que Ava sería despiadada, pero resultó que no fue así.
Raegan se quedó congelada durante unos segundos antes de que una expresión de sorpresa y alegría apareciera en su rostro. No se había sentido tan feliz en años.
“¡Por supuesto que no me molesta! ¡No me molesta en absoluto! Mañana no estoy ocupada. ¡Ven a verme mañana cuando termines de trabajar! ¡Puedo esperarte!”.
La voz de Raegan sonaba un poco temblorosa, y no podía ocultar la alegría que se reflejaba en sus ojos.
“Deberían descansar temprano, entonces. Yo también regresaré. Daniel, cuida bien de Ava. Ya me voy”.
“Está bien, cuídese, Señora Xander. Cuidaré de Ava, no se preocupe”, le prometió Daniel a Raegan.
Él podía ver claramente lo feliz que estaba Raegan.
Aunque Raegan estaba de espaldas a él, pudo ver los pequeños saltos en sus pasos.
Ava permaneció en el mismo lugar hasta que Raegan dejó de estar a la vista. Luego, miró hacia otro lado, y sus ojos se enrojecieron en silencio.
Daniel vio el sutil cambio en la expresión de Ava y de inmediato cerró la puerta. La guió por los hombros y la llevó de vuelta al interior.
“Realmente pensé que la habías olvidado por completo. Aunque no sé lo que ha sucedido entre ustedes dos, puedo ver que ella está muy arrepentida y está genuinamente preocupada por ti”.
Ava sonrió con amargura. “Por desgracia, su preocupación ha llegado demasiado tarde”.
Daniel frunció las cejas, confundido. “¿Puedes decirme qué ha sucedido entre ustedes dos?”.
Al ver las lágrimas que salían de las comisuras de los ojos de Ava, Daniel la sujetó en sus brazos y le ofreció consuelo.
“Todo eso ha quedado en el pasado”.
“Sí, todo está en el pasado”. Ava cerró sus ojos llorosos y enrojecidos. Incluso después de haber estado sola durante todos estos años y a pesar de que todos los días oscuros habían quedado atrás, de pronto volvió a sentir miedo.
“Daniel, ¿habrá un día en que de pronto ya no me querrás más como mi mamá y mi papá?”.
Daniel aflojó un poco su abrazo, mirando profunda y sinceramente a los ojos llorosos de Ava.
“No importa lo que suceda en el futuro, siempre serás mi número uno”.
Comentários
Os comentários dos leitores sobre o romance: Esposa Pecadora