Esposa Pecadora romance Capítulo 2208

En efecto, tal y como Ava lo suponía, Fiona y Kendra le informaron la situación a Raegan lo antes posible.

Cuando Raegan se enteró del bolso que le gustaba a Ava, le pidió al gerente de una tienda de lujo que consiguiera el bolso lo antes posible.

Después de un rato, Raegan envió el bolso a la empresa de Ava y le pidió a Fiona que lo recogiera por ella. También le pidió a Fiona que lo pusiera en el estante de Ava antes de que ella fuera al trabajo al día siguiente.

Fiona había aceptado dinero de Raegan, así que, por supuesto, tendría que servirle bien a Raegan. Sin embargo, cuando recibió el bolso, se sintió un poco persuadida.

Este bolso era precioso, y la textura era muy buena. Y lo más importante, este bolso era realmente valioso, ya que era edición limitada.

Al pensarlo y mirarlo, Fiona cambió de opinión.

Quería quedarse con este bolso para ella. Solo tenía que decirle a Raegan que se lo había dado a Ava porque Raegan jamás vendría a la oficina para comprobarlo en persona.

Tras tomar la decisión, Fiona escondió el bolso en silencio.

Ava pensó que luego de expresar que quería el bolso, éste aparecería de repente como antes. Sin embargo, esta vez no fue así.

Como resultado, Ava sintió que lo estaba pensando demasiado.

Este fin de semana, Daniel llevó a Ava a un restaurante lujoso. El padre y la madre de Daniel ya llevaban mucho tiempo esperándolos.

Daniel también había preguntado la opinión de Ava antes de llevarla a ver a sus padres.

Luego de sentarse, Ava también pudo sentir que la actitud de los padres de Daniel hacia ella era diferente a la de antes.

Le pareció algo irónico que su verdadero amor por Daniel no pudiera conseguir la aprobación de sus padres. En cambio, era la fama, fortuna y el origen lo que podía ganar la aprobación de sus padres.

La madre de Daniel pudo percibir de alguna manera que Ava se sentía incómoda, así que se detuvo y se marchó después de decirle unas palabras al padre de Daniel.

Ava dio un suspiro de alivio.

Daniel vio esto y se sintió consternado. “Te he agraviado”.

Ava volvió rápidamente a la realidad. “No, no me has agraciado. Mientras pueda estar contigo, no importa nada más”.

Después de escuchar lo que dijo Ava, Daniel sintió una oleada de calor en su corazón. Tomó la mano de Ava y se dispuso a llevarla a otro lugar. Sin embargo, en cuanto se dio la vuelta, los ojos de Ava se fijaron de repente en un punto del frente.

“¿Qué ocurre? ¿Has visto a alguien que conoces?”. Daniel miró con curiosidad hacia la dirección en la que Ava estaba mirando. “Esa persona parece ser tu compañera. ¿Quieres acercarte a saludar?”.