Esposa Pecadora romance Capítulo 2229

Cuando Ava escuchó lo que dijo Madeline, un atisbo de sorpresa apareció en sus ojos.

“¿Dónde estás ahora, Maddie?”.

“Estoy en la casa a la que Chloe te pidió que vinieras aquel día”, respondió Madeline.

Ava contestó que iría para allá de inmediato. Antes de colgar el teléfono, escuchó vagamente la voz de una mujer junto a Madeline que parecía estar hablando con ella.

Daniel sabía que Ava iba a encontrarse con Madeline. Se sintió aliviado.

Ava le pidió que regresara a su trabajo y Daniel le obedeció.

Poco después de que Daniel se fuera, Ava recibió una llamada de Chloe de repente.

Chloe hablaba en un tono altanero y arrogante: “Ava, ¿qué sucede? ¿No vas a venir a trabajar hoy? ¿No vienes a trabajar por algún asunto personal? Tu forma de trabajar es muy ineficiente. Sí no vienes hoy, me quejaré con tu supervisor”.

“Sabía que tú, una influencer popular, dirías algo como eso. Quéjate si quieres”, respondió Ava despreocupadamente mientras se disponía a colgar.

Sin embargo, la voz provocativa de Chloe llegó desde el otro lado. “Tch, tch, las personas son tan diferentes cuando tienen una madre adinerada. Son tan arrogantes cuando hablan”.

Entonces, Chloe volvió a amenazarla, diciendo: “Pero he escuchado que eres muy testaruda. Incluso le has dicho a los periodistas que el dinero de tu madre no tiene nada que ver contigo. Así que, si no vienes hoy, ¿cómo vas a conseguir diez millones de dólares para pagar por la indemnización de daños y perjuicios?”.

Chloe amenazó a Ava utilizando de nuevo su contrato.

Ava no quería molestarse por la malvada Chloe, pero cuando recordó que Madeline también se encontraba en esa zona residencial, pensó que simplemente iría ya que de todas formas tenía que enfrentarse a esta horrible persona tarde o temprano.

“¿Te han llamado antes de esto?”.

“Sí”. Ava asintió con la cabeza. “Maddie, ¿qué crees que deba hacer ahora? ¿Debería entrar?”.

Madeline miró a Ava, sintiéndose impresionada. “Ava, sigues siendo muy valiente. ¿No te da miedo que, una vez que entres allí, esas personas te rodeen y te maldigan hasta la muerte?”.

Ava levantó la mirada y sonrió con suficiencia.

“¿No quieren seguir difamándome y hacer de esto un asunto más grande? Casualmente, nosotras también queremos hacer lo mismo. Ahora que han invitado a tanto periodistas, ¿no es esta la mejor oportunidad para alborotar esta m*erda? Cuando finalmente revelemos la verdad, las bofetadas que recibirán en sus rostros serán aún más despiadadas”.

Ava se mostraba confiada, consiguiendo que Madeline la admirara aún más.