Esposa Pecadora romance Capítulo 2263

Madeline no esperaba que Raegan apareciera de repente. Ava, quien estaba sentada en la esquina, también reaccionó al verla. Sin embargo, sus cejas parecían fruncirse aún más ahora.

Naya se quedó perpleja por un momento.

Abrió los ojos con incredulidad mientras miraba a Raegan frente a ella.

¿Cómo la había llamado esta mujer?

¿Una degenerada mal educada? ¡Una degenerada!

Ella era una dama elegante que había crecido rodeada de lujos. Siempre había sido una delicada princesa con un estatus extraordinario, pero ahora, ¡la han llamado degenerada!

Raegan probablemente leyó los pensamientos de Naya por su expresión de conflicto y enfado, pero la mujer no cambió de opinión.

“¿Escuchaste lo que dije? Señorita Degenerada, por favor, disúlpese ahora mismo con mi hija”.

Repitió Raegan y llamó directamente a Naya ‘Señorita Degenerada’.

Ahora Naya se sentía realmente frustrada. “¿Cómo se atreve a llamarme así? ¿Cree que lo puede hacer solo porque tiene dinero? ¿Cree que puede intimidar a los demás solo porque tiene dinero?”.

Raegan sonrió con tranquilidad y gracia ante la acusación de Naya. “Nunca he pensado que ser rica sea magnífico, y las personas de la clase alta que son verdaderamente ricas tampoco pensarían esto. Usarían su dinero para ayudar a las personas necesitadas, no para intimidar a los demás. Pero usted parece ser diferente, Señorita Degenerada. Todo el mundo sabe lo que has hecho antes, así que no tienes que discutir si eres una degenerada o no”.

“...”.

Después de que Naya escuchara estas palabras, se sintió aún más molesta. Su rostro se tornó rojo de la ira.

Se sentía tan molesta por cómo Raegan seguía llamándola de esa manera.

“En realidad, yo también lo creo. Su hijo no debería estar saliendo con mi hija”, replicó Raegan.

Esta frase sorprendió a todos los que estaban frente a ella. También hizo que la expresión de Ava finalmente flaqueara.

Ava se puso de pie y miró a Raegan confundida. Sin embargo, se dio cuenta que la mirada de Raegan no solo era aterradora en ese momento, sino que también había un toque de dulzura indescriptible.

“Señora Graham, debe pensar que su hijo es un noble como ningún otro. Si encontrara una esposa, entonces ella debe ser una pareja apropiada para él. Usted menosprecia a mi hija porque es una mujer ordinaria. Para ser sincera, yo también los menosprecio a todos ustedes, excepto a Daniel”.

“...”. La expresión en el rostro de la madre de Daniel se desmoronó. “¿Qué quiere decir?”.

“He sido muy clara, pero no sé si lo entiende, Señora Graham. Solo hágase la pregunta por un momento. Aparte de su estatus en Glendale, ¿de qué más pueden estar orgullosos los Graham? Su sangre es azul y sin embargo no conoce la forma más básica de respeto. Dice que pertenece a la clase alta pero ni siquiera puede diferenciar el bien del mal. ¿No cree que eso es ridículo?”.