Resumo do capítulo Capítulo 2266 de Esposa Pecadora
Neste capítulo de destaque do romance Romántica Esposa Pecadora, Sixteenth Child apresenta novos desafios, emoções intensas e avanços na história que prendem o leitor do início ao fim.
“Qué idiota eres al ser incapaz de reconocer las buenas intenciones de los demás o diferenciar el bien y el mal”.
Replicó Raegan sin poder contenerse. Su aterradora mirada se posó en el rostro de Naya y de la madre de Daniel como si fuesen cuchillos.
“Puedo decirles con seguridad que si no hubiera contratado a este doctor anoche, el estado de Daniel nunca habría podido mejorar tan rápidamente. Y la razón por la que lo hice es únicamente por mi hija, pero ustedes están diciendo todas estas cosas sin sentido. Lo diré una última vez. Si no quieren que le ocurra nada malo a Daniel, no ofendan a mi hija. De lo contrario, llorarán durante mucho tiempo”.
Les advirtió Raegan, y luego miró a la distraída Ava con ojos muy dulces. Finalmente, se dio la vuelta y se marchó.
Las expresiones de la madre de Daniel y de Naya se desmoronaron. Querían desahogar su rabia, pero solo les quedaba fulminar con la mirada a Ava. Finalmente, las dos se marcharon con resentimiento.
Ava no le dio importancia a las actitudes de la madre de Daniel o Naya. Tampoco se dio cuenta cuando se habían marchado. Todo este tiempo, se mantuvo en un estado de ausencia.
“Ava”. Madeline tocó el hombro de Ava. “Creo que has visto cómo tu madre ha hecho todo esto por ti”.
Cuando escuchó lo que dijo Madeline, Ava pareció volver a sus sentidos. Miró a Madeline y, de repente, se dio la vuelta y corrió en la dirección en la que se fue Raegan.
Madeline sonrió con alegría. Entonces, sintió que un calor familiar la envolvía por detrás. “¿Fue detrás de la Señora Xander?”.
“Eso creo. Puede que Ava haya soltado parte del resentimiento hacia su madre”.
Jeremy sonrió. “¿Todas las madres son así? Hacen todo por sus hijos, sin importar lo que sea”.
Madeline sonrió mientras un destello de felicidad brillaba en sus ojos. “Creo que la mayoría de las madres del mundo son así”.
Raegan se quedó delante de ella. Al ver la expresión sería de Ava, le sonrió cariñosamente. Sin embargo, le preocupaba que Ava la odiara, por lo que le dijo con cautela: “No te preocupes. El doctor que he contratado es una figura reconocida en el campo. Si dice que Dan estará bien, entonces no le sucederá nada malo. Solo espera sin preocupaciones a que se despierte”.
Raegan tranquilizó a Ava antes de recordarle cuidadosamente. “Hace frío aquí afuera. Date prisa y entra”.
Después de que Raegan dijera esto, solo pudo obligarse a dar la vuelta.
Sabía que a Ava no le gustaba verla y no quería causarle molestias. Por lo tanto, se fue sin perder un segundo más.
Sin embargo, antes de que pudiera alejarse, escuchó que Ava la llamaba por detrás: “¡Espera!”.
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