Esposa Pecadora romance Capítulo 2269

Naya se quedó perpleja durante un segundo. Luego, se volvió para mirar a la policía, con su corazón palpitando con fuerza.

Madeline también siguió el origen del sonido y probablemente pudo adivinar lo que iba a ocurrir. Sin embargo, a Ava no le importaba en absoluto Naya. Su mirada y pensamientos estaban concentrados en Daniel.

Aunque Naya estaba muy nerviosa, sabía que no podía entrar en pánico.

“Yo soy Naya Méndez”. Naya se acercó, fingiendo tener la conciencia tranquila. “¿Puedo ayudarlos, oficiales?”.

“Hemos encontrado a la persona que entró a la fuerza en el coche de la Señorita Long aquel día. La otra persona es un pandillero que se dedica a perder el tiempo. Lo que dijo es casi lo mismo que lo que ha dicho Chloe Tawney”, dijo directamente el oficial de policía.

Tras decir esto, las expresiones de Madeline y Ava cambiaron al mismo tiempo.

¿Han encontrado al hombre que manipuló el coche?

En el rostro de Naya se asomó el pánico, pero fingió estar tranquila mientras decía: “Es bueno que lo hayan detenido. Deberían ir a buscar a ese hombre. ¿Por qué han venido a mí?”.

“Queremos pedirle que nos ayude en la investigación de algunos asuntos urgentes relacionados. Tenemos que molestarla con que nos acompañe a la estación de policía”.

Al escuchar las palabras del oficial de policía, Naya respiró aliviada. Pensó que la policía había encontrado algo, pero no fue así.

Naya prosiguió con una sonrisa amigable. “Estaré encantada de ayudar a la policía”.

Cuando terminó de hablar, miró a Ava, cuyos ojos estaban cubiertos por las lágrimas. “Ava, no importa lo mucho que te distancies del hecho, nada puede cambiar que Dan conducía tu coche cuando tuvo el accidente”.

Naya miró a la policía después de decir esto. “Vamos, Señor Oficial”.

El oficial de policía al mando se dio la vuelta e indicó el camino. Justo entonces, Madeline detuvo al otro oficial que caminaba detrás. “Oficial, quiero saber algo”.

El oficial dijo que no podía revelarles los detalles de la investigación. Por lo tanto, se dio la vuelta y se fue.

“Maddie, ¿qué está ocurriendo? Si ese hombre no manipuló mi coche, ¿cómo se estropearon los frenos?”.

Ava sujetó la mano de Madeline y preguntó confundida. Una mirada de autoculpabilidad apareció en su rostro.

“Entonces, sigue siendo mi culpa. No le habría ocurrido nada a Danny si no hubiera conducido mi coche”.

“Ava, estás dándole vueltas al asunto de nuevo. Te he dicho que esto no tiene nada que ver contigo”.

Madeline consoló a Ava, pero estaba pensando en silencio en los puntos cuestionables de este caso.

“No le estoy dando vueltas, Maddie. Danny asumió esta catástrofe por mí”.