Esposa Pecadora romance Capítulo 2315

Ava miró el rostro sonriente de Raegan, pero no pudo evitar fruncir el ceño.

"Ya sabías que el doctor y yo estaríamos aquí para cenar contigo esta noche, ¿no es así?".

Una vez que Ava preguntó esto, Raegan dejó de cortar las verduras de repente, y el borde afilado del cuchillo se deslizó accidentalmente por su dedo. La brillante sangre roja comenzó a fluir al instante de la herida.

¡Auchh!

Raegan hizo un sonido de dolor ahogado por reflejo.

Al ver esta escena, Ava de repente se culpó a sí misma por preguntarle algo como eso en ese preciso momento. Le dolió el corazón cuando vio el dedo herido y sangrante de su madre.

"¿Dónde está el botiquín de primeros auxilios?", preguntó Ava apresuradamente, sabiendo que ella usualmente tenía un pequeño botiquín de primeros auxilios en casa.

A Raegan no le importaba esta pequeña herida, pero se sintió muy feliz de ver como Ava estaba tan preocupada por ella.

“No te preocupes, Ava. Es una herida bastante pequeña. No necesito primeros auxilios”, dijo Raegan con tranquilidad, y lavó la herida con agua limpia.

Después de ver que Raegan no se estaba tomando su herida en serio, Ava rápidamente se dio la vuelta y buscó en la sala de estar. Poco después, encontró un pequeño botiquín de primeros auxilios, y regresó a la cocina con algunos hisopos de algodón con alcohol y un vendaje adhesivo.

Antes de que Raegan volviera a hablar, Ava colocó el hisopo cerca del dedo lastimado de Raegan. Luego, sujetó su mano y, con cuidado, secó con alcohol el dedo sangrante de la mujer.

En ese momento, Raegan no sintió el más mínimo dolor, pero sí un un calor inusual en su corazón.

A pesar de la indiferencia escrita en el rostro de Ava, la madre podía sentir la preocupación genuina que su hija sentía por ella.

Ava esterilizó la herida de Raegan con cuidado antes de colocarle un vendaje adhesivo. Finalmente, se incorporó y caminó hacia el mostrador de la cocina.

Ava golpeó el cuchillo de cocina contra el mostrador. “Eso ya quedó en el pasado. No vuelvas a mencionarlo”.

Luego, continuó con calma: “Además, es demasiado tarde para arrepentirse ahora. No se puede retroceder el tiempo. Solo podemos seguir adelante con nuestras vidas”.

A juzgar por lo que Ava decía, estaba claro que ya había pasado por muchas cosas en su vida, pero Raegan se sintió aún más angustiada al escucharla hablar así.

El daño que causó cuando abandonó a su hija tan joven había provocado una herida irreparable a la niña que no había podido superarlo de por vida.

Raegan temía que volvería a provocar a Ava si decía algo más. Por lo tanto, dejó de hablar.

Ava no volvió a hablar. Ella simplemente bajó la cabeza y siguió preparando los ingredientes en silencio.

Poco después, llegó Neil.