Esposa Pecadora romance Capítulo 2386

Ava se quedó atónita por un momento. Luego, le explicó: "Un colega acaba de derramar agua sobre mí sin querer. Otro colega no quería que me resfriara, así que me prestó su chaqueta".

Ava le mintió un poco, ya que no quería que Daniel se preocupara por ella solo por la madre de Naya. Tampoco quería que Daniel malinterpretara nada.

Daniel no dudó de las palabras de Ava. Solo notó que la parte superior del cuerpo de Ava estaba casi toda empapada y se imaginó que eso no podía haberse hecho con un simple vaso de agua. Sin embargo, Daniel no la cuestiono.

En el coche.

Daniel tomó una toalla limpia y se la entregó a Ava. Antes de que pudiera decir algo, oyó a Ava estornudar.

Él frunció el ceño preocupado. "Te llevaré a casa para que te cambies primero. Si no, me temo que realmente te vas a resfriar".

Ava se alegró de que Daniel se preocupara tanto por ella. Ella le sonrió y asintió. "De acuerdo".

Al ver la sonrisa en el rostro de Ava, Daniel se sintió inmediatamente muy feliz.

Cuando el coche se detuvo, Ava se sorprendió. Era porque este era el apartamento que ella había alquilado. Daniel no debería recordar que ella se quedaba aquí si había perdido la memoria, así que ¿por qué había estacionado el coche aquí?

Cuando Daniel estaba a punto de salir del coche, sintió curiosidad al ver que Ava lo miraba como si estuviera perdida. "¿Qué pasa?".

Ava se dio la vuelta apresuradamente y preguntó: "Danny, ¿por qué condujiste tu coche hasta aquí? ¿Recordaste algo?".

Después de escuchar la pregunta de Ava, Daniel miró el edificio de apartamentos frente a él en un trance. "Sí, ¿por qué conduje mi coche hasta aquí? ¿Dónde estamos?".

"Estoy alquilando un apartamento en este edificio. Solías traerme aquí a menudo".

Daniel asintió como si acabara de darse cuenta de algo. "Quizás mis sentimientos me guiaron hasta aquí".

Él acababa de terminar la llamada telefónica con Tom y se enteró de que la madre de Naya había ido a causarle problemas a Ava. Por lo tanto, Neil estaba furioso.

Después de que Raegan se enterara de esta situación, acudió sin más a la casa de los Méndez.

La madre de Naya se sintió muy agraviada cuando vio a Ava y ahora no tenía dónde descargar su ira. Entonces, se enteró por la criada de que una mujer llamada Raegan había venido a verla. Por lo tanto, se cambió de ropa y bajó las escaleras furiosas.

"Mmm". La madre de Naya se burló y puso una postura arrogante. "Llegaste justo a tiempo. Estaba a punto de ir a buscarte".

Raegan miró la actitud arrogante de la madre de Naya, y en ese momento, se quedó extraordinariamente tranquila.

En comparación con la madre de Naya, que intentaba contenerse para no entrar en cólera, Raegan se limitó a sonreírle ligeramente.

"¿Oh? ¿Por qué quería verme, Señora Méndez?".