Esposa Pecadora romance Capítulo 279

"¡Mer! ¡Meredith! ¡Mi bebé!", Eloise gritaba histéricamente. De repente, sus piernas cedieron y se desplomó en los brazos de Sean. Se había desmayado.

Cuando Madeline vio esto, le dolió el corazón.

Después de todo, Eloise era su madre biológica. A pesar de que a Eloise no le gustaba, seguía esperando que Eloise y Sean estuvieran bien.

Sin embargo, estaban siendo engañados por Meredith.

A Madeline le pareció divertidísimo. Después de ordenar sus pensamientos, vio a Jeremy de pie en el lugar donde Meredith había saltado hace un momento.

Miró hacia abajo con una expresión sombría en su rostro. Dos segundos después, se dio la vuelta y regresó.

"Solo se cayó en el balcón. Creo que se pondrá bien", respondió Jeremy con calma. Sin embargo, Madeline pudo ver cómo dejaba escapar un suspiro de alivio.

Después de todo, seguía preocupado por Meredith. Le preocupaba que ella estuviera muerta.

Sin embargo, Madeline ya esperaba que esto sucediera.

Meredith estaba bien preparada. Debió haber estudiado la disposición y sabía que habría un balcón allí abajo. Por eso fue capaz de saltar sin preocupaciones.

A pesar de eso, Meredith fue enviada a la sala de emergencias.

Eloise ya había recuperado la conciencia. Cuando se enteró de que Meredith no se había caído desde más de 20 pisos, rompió a llorar de felicidad.

Cuando vio a Jeremy, Eloise se acercó a él y se quejó airadamente.

"Jeremy, ¿hasta cuándo vas a seguir atormentando a mi hija? Ella te dio mucho de su juventud y al final del día, sigues tratando de lastimarla por una mujer tan despreciable. ¿Crees que Madeline no es suficiente y por eso encontraste a Vera? Si Mer muere por esto, ¿crees que podrás dormir por la noche?".

Jeremy escuchó los desplantes de Eloise con calma, sin una expresión en su rostro.

¿Dormir por la noche? ¿Cuándo había podido dormir bien después de la muerte de Madeline?

Por aquel entonces, había anhelado cumplir esa promesa, pero en el momento en que Madeline salió de su vida y cuando se dio cuenta de que se había enamorado de ella, esa inocente promesa se convirtió en un candado del que no podía deshacerse. Le pesaba.

Al día siguiente, cuando Madeline estaba a punto de salir, se le acercaron unos policías. Le decían que había conspirado para matar a Meredith, por lo que necesitaban que volviera con ellos a la comisaría para investigar. Se mostraron firmes con ella.

Cuando recordó la jaula que tanto la había atormentado, se negó a volver.

Aunque habían pasado tantos años, Madeline no podía olvidar cómo la vilipendiaban continuamente. Estaba atrapada en ese lugar infernal donde la torturaban una y otra vez. La humillaron repetidamente y, al final, incluso le arrebataron brutalmente a su hijo.

Nunca más volvería a ese lugar.

¡Nunca!

Cuando Madeline estaba a punto de ser llevada a la fuerza, un coche deportivo se detuvo delante del coche de policía.