Esposa Pecadora romance Capítulo 293

Por un momento, Jeremy creyó oír a alguien decir el nombre "Jez". Este pensamiento lo devolvió a la realidad cuando su mirada confusa se posó en Madeline.

Vio cómo sus bonitas cejas se arrugaban y sus labios de flor de cerezo se abrían como si estuviera hablando dormida.

"Por qué…".

Madeline frunció el ceño más profundamente ante la repentina pregunta.

'¿Por qué?’.

‘¿Ella acaba de decir por qué?’.

Jeremy se acercó ante la expresión de angustia en las facciones de Madeline y se inclinó para escucharla mejor.

"¿Por qué no crees ?...".

¡Bang!

Justo cuando Jeremy estaba a punto de acercar su rostro al oído de Madeline, la puerta de la sala se abrió con un fuerte golpe.

Fue interrumpido justo antes de que pudiera escuchar la oración completa de Madeline.

Sus cejas afiladas se fruncieron cuando Jeremy levantó su mirada que estaba llena de extremo disgusto.

Eloise irrumpió en la habitación enfadada. "¿Cómo puedes estar aquí esperando amorosamente junto a la cama de esta mujer mientras mi hija todavía está en coma por tu culpa, Jeremy Whitman? No solo eso, ¡no puedo creer que la hayas besado también! ¿Por qué tomas a Meredith?”.

¿Besarla?

Jeremy miró fríamente a Eloise, pensando que ella lo había visto inclinarse hacia Vera y malinterpretar la escena.

El digno y orgulloso Jeremy se encontró con la mirada furiosa de Eloise antes de abrir sus delgados y sexys labios en una respuesta casual. “Sí, la besé. ¿Y qué?".

En todo caso, el mayor temor de Jeremy fue el momento en que la sangre brotaba de la boca de Madeline mientras estaba sin vida en sus brazos...

Al principio quería escuchar a Madeline mientras hablaba dormida, pero parecía haber dejado de hablar después de la interrupción de Eloise.

Después de contemplar la apacible apariencia de Madeline durante unos segundos, Jeremy se dio la vuelta y se fue también.

Solo después de que se cerraron las puertas, Madeline se atrevió a abrir los ojos con un parpadeo.

Cuando Eloise irrumpió antes, la despertó conmocionada.

Mientras fingía estar dormida, Madeline escuchó cada palabra de odio que Eloise tenía por quién era antes y quién era ahora.

Las comisuras de sus labios se arquearon con autodesprecio mientras sus ojos ardían y enrojecían.