Esposa Pecadora romance Capítulo 336

Se acercó a echar un vistazo y vio que era su diario. La página en la que estaba, estaba llena de su amor y determinación pasados por él.

Madeline se burló cuando se recordó a sí misma en aquellos días. Era tan estúpida y tonta.

Cogió el diario antes de darse la vuelta para marcharse. Sin embargo, Jeremy volvió a tirar de ella.

Madeline tropezó y cayó al suelo, chocando contra el firme pecho de Jeremy.

Sus ojos estaban aturdidos, pero seguía mirándola con emoción.

"No te vayas, ¿vale? No me dejes otra vez".

"Jeremy, déjame ir. No soy la persona en la que estás pensando". Madeline luchó por escapar, pero Jeremy simplemente sonrió y la miró fijamente. Ahora la abrazaba aún más fuerte.

Madeline no podía escapar de su agarre por mucho que luchara.

Se apretó contra ella cariñosamente antes de acabar durmiéndose.

Madeline sudaba de tanto forcejear. Sin embargo, no consiguió escapar de él. Al final, también cerró los ojos y se quedó dormida por el cansancio.

El primer rayo de sol entró en la habitación, despertando a Jeremy con el ceño fruncido. Abrió los ojos y vio a la mujer que estaba profundamente dormida en sus brazos. Levantó la mano y acarició sus hermosas cejas, su nariz y sus labios.

Sus dedos recorrieron su rostro antes de detenerse en el cuello abierto de su camisa.

Madeline se despertó por una extraña sensación. Al abrir los ojos, se encontró con los gélidos de Jeremy.

"Siento haberte hecho algo inapropiado otra vez anoche", dijo. "No te preocupes, asumiré toda la responsabilidad".

"Al asumir la responsabilidad, ¿quieres decir que te casarás conmigo?", Madeline se incorporó lentamente. "Ya he dicho que no me casaré con un hombre que no me quiera".

"¿Y si digo que te quiero?" Jeremy miró fijamente el impresionante rostro que tenía delante. "Dame algo de tiempo. Arreglaré los preparativos de la boda".

Se lo prometió sin darle siquiera la oportunidad de rechazarlo.

El objetivo final de Madeline era casarse con Jeremy. Sin embargo, no esperaba que ocurriera tan pronto.

Aunque no sabía en qué estaba pensando Jeremy, estaba segura de que se había enamorado de ella.

Cuando volvió a casa, le contó a Felipe sus avances.

Felipe la miró y dijo lo mismo. "Vera, espero que puedas pensar en esto con claridad".

"Tengo que casarme con él", dijo Madeline con firmeza: "solo podré hacerle pagar el peor precio así. Quiero que nunca tenga paz, ya sea en su relación o en su carrera".

Cuando vio el fuego de la venganza en los ojos de Madeline, dejó de aconsejarla.