Esposa Pecadora romance Capítulo 415

"Tienes buenos ojos. Así es, no soy Vera. ¡Soy Madeline!".

Jeremy, que estaba de pie fuera de la cocina, logró escuchar lo que Madeline dijo en ese momento. Una luz sutil, pero rota, brilló en sus ojos profundos como el mar. Se condensó gradualmente en un tsunami silencioso, que surgió en su corazón. Sin embargo, se limitó a permanecer en silencio.

Diana, por su parte, estalló al instante.

"¡Realmente eres ella! ¡Tú eres realmente esa z*rra de Madeline!".

Giró el cuchillo de cocina en su mano y apuntó en dirección a Madeline. Aquellos ojos furiosos se vieron rojos, como si estuvieran a punto de tragarse viva a Madeline.

"¡Debo vengar a mi Brit, hoy!".

"¿Tu Brit? Ella era hija de la Sra. Montgomery. ¿Qué tiene ella que ver contigo? Nunca he tocado un mechón de pelo de Brittany. Incluso si realmente maté a Brittany, son el señor y la señora Montgomery quienes deberían buscarme para vengarse. ¿Qué derecho tienes tú, una sirviente, a darme una lección?".

"¿Quién dice que no tengo derecho? Nadie en este mundo tiene más derecho a darte una lección que yo".

Las emociones de Diana parecían haber alcanzado, repentinamente, el punto más alto. Era obvio que las palabras de Madeline habían atravesado un punto vulnerable, en su corazón. Se veía rara en ese momento, su estado mental pareció volverse anormal.

"Madeline, cruel p*rra. ¿Cómo te atreves a decir que no tengo derecho? ¡Soy la persona con más derecho en este mundo, para vengar a Brit! ¡Tú mataste a mi preciosa hija! ¡Quiero que hoy pagues por ello!", gritó Diana, agitando un cuchillo de cocina mientras se abalanzaba hacia Madeline.

En una fracción de segundo, Eloise y Sean se interpusieron, desinteresadamente, para detener a Diana. Jeremy tomó rápidamente a Madeline, sacándola de la zona de peligro, mientras la protegía fuertemente entre sus brazos.

Sean inmovilizó a Diana y lanzó el cuchillo de cocina a un lado.

Diana estaba medio arrodillada en el suelo, mientras sollozaba y le gritaba a Madeline, como si estuviera loca: "¡Madeline, p*ta, voy a matarte! Debo matarte para vengar a mi preciosa hija".

"¡Por fin admites que Brit es tu hija!", las palabras de Eloise calmaron a Diana, por un instante.

Con los ojos muy abiertos, recuperó lentamente la claridad en su conciencia.