Esposa Pecadora romance Capítulo 528

Al ver a la persona que estaba sentada frente a ella, ella se burló. Ella se acercó y se sentó lentamente. "Viniste".

Su tono era irreverente y parecía a gusto con la muerte.

“No digas tonterías. ¿Todavía tienes cinco millones en tu cuenta?", Tanner preguntó, con impaciencia.

"He estado con Jeremy, durante muchos años, así que he obtenido algunos beneficios", se burló Meredith con arrogancia, mientras se inclinaba hacia atrás en la silla. “Primero, puedes ir a mi otra cuenta para retirar un millón. Una vez todo esté hecho, te diré la contraseña de la otra cuenta".

Los ojos de Tanner brillaron, instantáneamente, pero todavía tenía algunas dudas. "No juegues conmigo".

"Mhmm, voy a morir en medio mes. ¿Qué puedo obtener al quedarme con ese dinero?", Meredith dijo con indiferencia, pero de repente apretó los puños, cuando un estallido de frenesí explotó en sus ojos. "¡Pero antes de morir, primero debo presenciar la muerte de esa p*rra Madeline, con mis propios ojos!".

"¡Mientras puedas ayudarme a resolver ese asunto, esos cinco millones son tuyos!", Meredith lo tentó. Al ver la luz de codicia en los ojos de Tanner, ella lo incitó: "Tanner, lo hemos pasado bien, de todos modos. Madeline te ha hecho tanto daño, antes. Si eres un hombre de verdad, ¿no deberías al menos darle una lección?".

"¡Por supuesto, soy un hombre de verdad!". Tanner se dejó engañar, fácilmente. "Está bien, siempre que el dinero esté asegurado, ¡definitivamente te ayudaré a resolver este asunto!".

"¡Entonces, estaré esperando tus buenas noticias!". Meredith se rio a carcajadas, se levantó y salió de la habitación conyugal.

Tanner anotó el número de cuenta y la contraseña que mencionó Meredith. Él luego se puso la máscara y se fue, apresuradamente.

Él inesperadamente vio a Madeline salir de un coche blanco, justo cuando él salía de la prisión.

Tanner rápidamente bajó la cabeza y se hizo a un lado, observando cada movimiento de Madeline, en secreto.

Al ver a Madeline entrar en la prisión, Tanner caminó sigilosamente hacia el coche de Madeline y miró más de cerca...

Meredith acababa de regresar a su celda de la prisión, cuando de repente recibió la noticia de que alguien había venido a visitarla, nuevamente.

Las visitas generales a las cárceles requerían aprobación, pero esta persona había llegado demasiado de repente. Meredith no podía adivinar quién era, pero esperaba locamente que esta persona fuera Jeremy.