Esposa Pecadora romance Capítulo 535

Con un choque, las ventanas del coche se rompieron instantáneamente, cuando una nube de humo emergió de la parte delantera del coche. Las ruedas todavía rozaban violentamente contra la carretera asfaltada y la bolsa de aire se había abierto, en el momento en que el coche se estrelló.

En ese momento, Jeremy apretó los brazos aún más y se esforzó por proteger a Madeline.

Al escuchar los gemidos débiles y dolorosos de Madeline, Jeremy no pudo preocuparse menos por sus heridas y levantó sus ojos profundos, que estaban llenos de preocupación, para observar la situación de Madeline.

Sin embargo, tan pronto como él lo hizo, vio que las cejas aterciopeladas de Madeline estaban muy fruncidas y su rostro estaba pálido.

Lo que lo puso aún más nervioso, fue que la cabeza de Madeline estaba gacha, ligeramente, y sus ojos estaban fuertemente cerrados.

La mente de Jeremy estuvo en blanco, por un momento, sintiendo que su corazón había caído en un abismo. Sus ojos se agrandaron cuando sus manos ensangrentadas, que fueron abiertas por el vidrio de la ventanilla del coche, ahuecaron el rostro cada vez más pálido de Madeline.

"¿Linnie? ¡Linnie!", él llamó a Madeline, en pánico. "Linnie, despierta. ¡No te duermas, Linnie!".

Las pestañas de Madeline se agitaron, levemente, después de escuchar sus gritos.

Los ojos oscuros y húmedos de Jeremy, se iluminaron con un destello de luz. Sus cejas se fruncieron profundamente, cuando llamó a Madeline, quien no se había recuperado por completo. "Linnie, no te duermas".

Madeline levantó los párpados, débilmente, pero al final, no pudo abrirlos.

Con los ojos medio entrecerrados, su delicado rostro estaba lleno de ansiedad y miedo. Los recuerdos en su mente parecieron confundirse, instantáneamente, llevándola de regreso a otro tiempo; mucho, mucho tiempo atrás...

"Linnie, no te vayas a dormir. ¡Por favor, no me dejes, de nuevo, Linnie!". Los ojos de Jeremy estaban enrojecidos y, las lágrimas que se habían acumulado, corrían por sus mejillas, goteando sobre el rostro sin sangre de Madeline.

Entonces, los labios rosados ​​de Madeline se movieron. "Jeremy, Jez...".

Jeremy se sorprendió, de repente, cuando lágrimas calientes empaparon sus ojos. "Linnie, soy Jeremy. Soy tu Jez. Linnie, por favor, no te duermas. No me dejes de nuevo. ¡No!".

Él abrazó a Madeline por su cuello, en pánico, e inhaló la fragancia de su cuerpo, por temor a que ella se escapara de su vida, si no la sujetaba con fuerza, en ese momento.