Esposa Pecadora romance Capítulo 556

Estaba absolutamente impresionada con su vestido de novia. Sin embargo, él deseaba egoístamente ser el único que poseyera ese lado tan bonito de ella.

Madeline intentó recordar por qué acabó llevando el vestido de novia, pero resultó infructuoso.

Jeremy sabía que la memoria y la actitud actuales de Madeline se remontaban a la época en que aún estaba locamente enamorada de él. Se sentía agradecido, pero al mismo tiempo le dolía. La llevó a la cama y se sentó. Su mano se posó suavemente sobre sus hermosas cejas, mientras le decía: "Linnie, deja de pensar en ello. No puedes recordarlo, porque has perdido tus recuerdos".

"¿Yo? ¿Perdí mis recuerdos?". Los ojos de Madeline se abrieron, de par en par, confundida.

Jeremy la miró y asintió, sintiendo un pellizco en el corazón. "Linnie, nos casamos, hace seis años. Es sólo que algo falló en tus recuerdos y has olvidado muchas cosas. Curaron el tumor que tenías dentro; Meredith y su familia recibieron el castigo que debían recibir y ya fueron juzgados por la ley. En cuanto a nosotros...".

Jeremy tartamudeó. La sensación de miedo que nunca antes había sentido, le hizo retroceder.

Perdió el valor de contarle la verdad ocurrida en ests seis años. Temía sinceramente que ella acabara odiándole e incluso dejándole.

"Jeremy, Jeremy, ¿por qué no hablas? ¿Qué nos pasa?".

Jeremy volvió a la realidad, después de escuchar la molestia de Madeline. Esbozó una suave sonrisa y se enfrentó a Madeline.

Las mejillas de Madeline se sonrojaron, al ver su impresionante rostro. Sus preciosos orbes, bajaron ligeramente la mirada, sin querer mirarle a los ojos.

Su aspecto tímido era el de una joven que descubre, por primera vez, lo que es el verdadero amor.

"Linnie, ¿qué tal si dejamos el pasado en el pasado? Para los días venideros, te protegeré, te cuidaré y estaremos bien juntos".

Enganchó su dedo meñique al de ella.

"Al igual que la promesa que hicimos, en ese momento. Siempre estaremos juntos, para siempre".

Madeline levantó gradualmente sus ojos llorosos, encontrándose con los apasionados orbes de Jeremy. "Jeremy, todo esto me parece un sueño".

"Esto no es un sueño, tonta. Es la realidad que estás viviendo".

Los ojos de Jeremy parecían aún más amables, pero seguía sintiendo un pellizco en el corazón.

Era un simple sentimiento de felicidad, pero para ella era como un sueño difícil de cumplir.

"Jackson", murmuró Madeline el nombre, mientras sus ojos brillaban de emoción.

"Además, déjame decirte esto, Linnie. Meredith y yo nunca hemos tenido una relación íntima, y nunca llegué a amarla. Cuando creía que ella era tú, nunca le puse un dedo encima. Linnie, sólo me gustas tú. Estamos hechos el uno para el otro".

El comentario de Jeremy dejó a Madeline sorprendida y encantada, pero más hacia lo segundo.

"Jeremy, quiero conocer a nuestro hijo, lo antes posible. ¿Dónde está, ahora?".

"Está en casa de sus abuelos, de tus padres biológicos".

"¿Mis padres biológicos?". Madeline seguía aturdida, cuando Jeremy le cogió las manos. "Ven, vamos a por nuestro hijo".

Colocó sus dedos entre los de ella y se dirigió hacia abajo.

De repente, la puerta principal se abrió de golpe y una silueta apareció ante ellos.