Esposa Pecadora romance Capítulo 558

Resumo de Capítulo 558: Esposa Pecadora

Resumo de Capítulo 558 – Capítulo essencial de Esposa Pecadora por Sixteenth Child

O capítulo Capítulo 558 é um dos momentos mais intensos da obra Esposa Pecadora, escrita por Sixteenth Child. Com elementos marcantes do gênero Romántica, esta parte da história revela conflitos profundos, revelações impactantes e mudanças decisivas nos personagens. Uma leitura imperdível para quem acompanha a trama.

Vinieron con la intención de conocer el paradero de Madeline, pero se toparon con Jeremy.

"Jeremy, eres una basura. ¿Dónde has escondido a Madeline?". Ava se abalanzó sobre Jeremy, ansiosa y exasperada.

Hace unos segundos, Madeline seguía en el vestíbulo, pero casualmente se había ido al patio trasero, con Jackson.

Jeremy estaba a punto de explicar, pero la enfurecida Ava levantó el brazo en el aire, a punto de abofetear a Jeremy.

"¡Ava!". Daniel se detuvo rápidamente y la consoló diciendo: "Cálmate, Ava. Maddie no tendrá ningún problema".

"¿Cómo voy a calmarme? ¡Maddie se va a meter en problemas, si sigue merodeando cerca de él! Suéltame, Dan. Tengo muchas ganas de darle una paliza a esta escoria", dijo Ava, con los dientes apretados, mirándolo fijamente con sus ojos enrojecidos.

"Eres una basura, Jeremy. ¿Crees que no sé lo que estás tramando? ¡Estás planeando vengar a Meredith! ¿Cómo te atreves a ser tan descarado y engañar a Madeline, diciendo que la amas? ¿Siquiera sabes lo que es amar a una persona? ¡¿Lo sabes?!”, lo regañó, Ava. Intentaba sermonear a la escoria, en nombre de su mejor amiga, pero las lágrimas empezaron a brotar de las esquinas de sus ojos.

Sintió una gran pena por Madeline.

"Jeremy, ¿sabes cuánto sufrió Maddie, esos años que pasó a tu lado? ¿Hubo algún momento en el que fuera sinceramente feliz, desde que se casaron? ¿Hubo algún momento en el que sonriera? Se volcó en ti, hasta el punto de estar dispuesta a desechar su orgullo. ¿Pero qué hay de ti? ¿Cómo la trataste, a cambio? Eres un hombre de sangre fría. ¡Incluso uniste fuerzas con Meredith y la hiciste sufrir en prisión, durante tres años enteros! ¡Ustedes dos incluso la desfiguraron y le quitaron a su hijo biológico!”.

"Jeremy, ¿sabes qué decisión tomó cuando se enteró de que estaba embarazada y, al mismo tiempo, se dio cuenta de que padecía una grave enfermedad? Me llevó a la playa de Colina Abril y me dijo que arrojara sus cenizas al océano, si no podía sobrevivir. Fue en el lugar donde Madeline y tú se hicieron una promesa. A pesar de enfrentarse a la muerte, ¡ella te quería tanto!”.

"¿Tienes idea del valor que tuvo que reunir Maddie, para volver a ponerse en pie? Sin embargo, ¿por qué no la dejas ir, hasta el día de hoy? ¿Por qué estás tan insatisfecho de que Maddie tenga la suerte de tener un día feliz en su vida?".

Las marcas de condena de Ava, hicieron que Jeremy tuviera el corazón completamente roto.

Aunque hubo algunos malentendidos, Jeremy no tenía intención de defenderse. No importaba que, efectivamente, le hubiera hecho daño antes.

Ava no había terminado y, justo cuando quería seguir regañándolo, sus ojos brillaron. "¡Maddie!".

Los hoyuelos aparecieron en el rostro sonriente de Madeline, mientras caminaba hacia Jeremy, enfrentándose a su mirada pasmada.

"Tienes razón, Ava. He perdido mis recuerdos y, por eso, sólo recuerdo que amo de verdad a este hombre. A pesar de que me ha tratado con frialdad, todavía no puedo controlar mis emociones. Sigo pensando en él y echándolo de menos. Este sentimiento de determinación y amor, me acompaña desde la primera vez que conocí a Jeremy".

Jeremy se quedó sin palabras, al escuchar el comentario; las lágrimas se acumulaban detrás de sus ojos. "Linnie...".

Su voz temblaba, mientras se aferraba a las manos de Madeline. Se arrodilló, mientras miraba a Madeline, con los ojos llenos de remordimiento y amor.

"Lo siento, Linnie. Lo siento mucho...", se disculpó, sinceramente, con los ojos enrojecidos y empapados.

"Linnie, por favor, dame otra oportunidad para amarte. Una oportunidad para compensar todas las cosas terribles que he hecho en el pasado. Te juro por Dios que me aseguraré de que seas feliz por el resto de tu vida. Vivirás una vida sin sufrimiento ni lágrimas”.

"Linnie, vamos a empezar una nueva vida, ¿de acuerdo?".

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