Esposa Pecadora romance Capítulo 564

"Es mejor no provocar a Jeremy, ahora. Deberías limpiar este lugar y hablaremos de ello, mañana". Karen se fue, sin volverse.

Yvonne sólo pudo tragarse su enfado y limpiar la mesa, antes de fregar los platos.

Después de que Madeline acostara al Viejo Maestro y al pequeño, vio a Jeremy esperándola en la puerta, cuando salió de la habitación del pequeño.

En el momento en que ella cerró la puerta, él la levantó de golpe.

Madeline dejó escapar un grito de sorpresa y rodeó con sus brazos el cuello de Jeremy, inconscientemente.

Cuando percibió su aroma, su rostro se calentó. Luego, cerró los ojos con timidez.

"Jeremy, puedo caminar sola. Por favor, bájame".

"No". Jeremy negó con la cabeza. Luego, la miró profundamente a los ojos. "Linnie, nunca te dejaré ir, mientras viva".

Sus palabras eran tan conmovedoras y envolvían su corazón, dulcemente.

Madeline sonrió, mientras se apoyaba en el hombro de Jeremy. Estaba disfrutando de este momento de dulzura, que él le brindaba.

Yvonne acababa de terminar de limpiar la cocina y subía las escaleras, cuando vio a Jeremy llevando a Madeline a la habitación. Estaba tan celosa que sus ojos se pusieron rojos.

Jeremy era el chico que ella admiraba, desde que era joven. Le habría confesado su amor, si no fueran primos.

Sentía que Jeremy la preferiría más, en su estado actual. Sin embargo, no podía arruinar su relación, y lo que más le molestaba ahora mismo era la existencia de Madeline.

Había envenenado al Viejo Maestro, mientras se disfrazaba de Madeline, para poder deshacerse de ella. No esperaba que el asunto se dejara de lado, sin más.

Parecía que tenía que pensar en otra forma de deshacerse de Madeline, para poder ser la nueva matriarca de la casa.

…

Jeremy llevó a Madeline a la habitación. Después, bromeó sobre la posibilidad de ducharse con ella.

Al final, Madeline le echó del baño. Tras ser expulsado, recibió una llamada de Felipe.

Cuando Madeline salió del baño, vio a Jeremy esperándola en la puerta.

Llevaba una bata suelta y había una sonrisa perezosa en su rostro. Cuando vio a Madeline, la levantó, de nuevo.

Madeline estaba sorprendida. "Jeremy, ¿estuviste fuera de la puerta, todo el tiempo?".

El hombre la miró, con amor y pasión en sus ojos. "Adivina".

Madeline dijo que no podía, y entonces fue llevada a la cama por Jeremy.

Su piel se apretaba contra la de ella y su olor la envolvía. Todo ello hizo que su temperatura aumentara.

En su impresión, cada vez que Jeremy intimaba con ella, la torturaba implacablemente con una rabia glacial.

Ahora, cuando la besó en la comisura de los labios, Madeline no pudo evitar temblar.

Jeremy abrió sus ojos aturdidos. Cuando vio a Madeline con cara de desánimo, se aterrorizó. Le aterraba que ella hubiera recordado, de repente, lo mucho que le odiaba. "Linnie, ¿qué pasa? ¿Estás... asustada de mí?".