Esposa Pecadora romance Capítulo 607

Se sintió decepcionado y se acercó lentamente.

El magnífico sol de la mañana contrastaba con el azul de las aguas cristalinas. También resaltaba sus delicados rasgos.

Madeline estaba descalza y sentada junto a la costa.

Tenía algo en la mano. Bajó la mirada, mientras una sonrisa aparecía en su rostro.

Cuando escuchó sus pasos, la dulce sonrisa en el rostro de Madeline se desvaneció, al ver a Jeremy.

"Linnie".

Madeline lo ignoró, se levantó y tuvo la intención de marcharse.

Jeremy se encontró solo y la siguió, en silencio.

Ella estaba físicamente frente a él, pero se sentía muy distante de él.

"En media hora llegará un barco. Puedes irte, entonces".

Madeline oyó la voz de Jeremy, desde atrás, y luego respondió, en voz baja: "Lo sé. Ya he ido a comprobarlo".

Jeremy sabía que no podía obligar a Madeline a quedarse, así que se rió amargamente. "Te vas al País F, con Felipe, ¿verdad?".

"Eso no es asunto tuyo".

Madeline dejó de caminar y se dio la vuelta. Vio que Jeremy la miraba, con una suave sonrisa en el rostro.

"Jeremy, ¿sabes lo que es amar a alguien, de verdad? Si me quisieras, no habrías hecho lo que me hiciste. No me amas, en absoluto".

Rechazó la idea de que aún sintiera algo por ella.

Aunque Jeremy se sintió profundamente herido, por lo que ella dijo, aún tenía una ligera sonrisa en su rostro.

No discutió ni intentó dar ninguna explicación.

'La amo, y no importa que ella no lo crea'.

Un hombre vestido de negro salió de la cabina y se dirigió al lado de Felipe. El hombre dijo, respetuosamente: "Maestro Whitman, esa mujer ha llegado con éxito al País F".

"De acuerdo", respondió Felipe.

"Siguiendo sus instrucciones, ha sido ingresada en el Hospital Real. Puede ser operada, en cualquier momento".

"De acuerdo, espere mis instrucciones".

"Lo haré", respondió el hombre de negro, en tono respetuoso, antes de marcharse.

En la isla, Jeremy siguió en silencio a Madeline, hasta la orilla.

El barco se acercaba y, al mismo tiempo, Jeremy sentía que Madeline empezaba a alejarse, cada vez más de él.

Era hermosa, pero pronto sería una belleza que él no podría volver a tocar.

'Linnie, deseo lo mejor para ti. No puedo darte el calor y la felicidad que te mereces, así que espero que puedas encontrar a otro hombre que te lo dé. Te he hecho daño'.