Esposa Pecadora romance Capítulo 620

"Eveline...", dijo con dificultad el Viejo Maestro Whitman.

Madeline sonrió y dijo: "Si lo desea, puede llamarme 'Madeline', como solía hacerlo, abuelo".

Las cejas del Viejo Maestro se relajaron, cuando una expresión aliviada y complacida se apoderó de sus rasgos arrugados.

Jeremy observó la escena desde lejos, las comisuras de sus labios dibujaron una sonrisa. Sin embargo, mientras miraba a Madeline, todo lo que se podía ver en sus ojos era dolor.

‘No, Linnie’.

‘No deseo que vuelvas a ser Madeline Crawford, nunca más’.

‘Eres Eveline Montgomery, la perla y el corazón de la familia Montgomery. Ya no eres la Madeline que utilizaba la familia Crawford’.

La alegría brillaba en sus ojos, en forma de flor de durazno, mientras pensaba para sí mismo.

***

Dos horas más tarde, Karen regresó con la herida vendada y una considerada Yvonne, en un coche.

Al darse cuenta de que Madeline no estaba en la casa, subió las escaleras para cambiarse y ponerse un nuevo conjunto de ropa.

Al entrar en la habitación, Karen se dio cuenta de que, su billetera y las joyas que había colocado en el tocador, habían desaparecido, ¡incluído el joyero!

"¡Madeline Crawford!". Karen se enfureció, abrió la puerta de un golpe y bajó corriendo las escaleras.

Fingiendo estar confundida, Yvonne siguió de cerca a Karen. "¿Qué pasa, tía Karen? ¡Tía Karen!".

Madeline estaba arropando al Viejo Maestro en la cama, cuando escuchó un alboroto desde fuera de la habitación.

No deseando molestar al Viejo Maestro, cerró la puerta detrás de ella, cuando se fue.

Karen estaba furiosa, mientras buscaba a Madeline. Cuando la vio aparecer, frente a ella, Karen corrió inmediatamente, sin decir una palabra más.

"¡Tía Karen, tía Karen!". Yvonne fingió detenerla, aunque en realidad no deseaba nada más que ver a Madeline meterse en problemas.

Jeremy pasó un brazo alrededor de los hombros de Madeline y la atrajo hacia su pecho, mientras su otro brazo extendía la mano para sostener el bastón en su lugar. Sus acciones fueron seguidas con un frío tono al decir: "Mientras yo esté vivo, nadie volverá a acosar a Linnie".

Yvonne no pudo evitar estremecerse, cuando sus ojos asustados se clavaron en ellos.

Karen se negó a retroceder, por lo furiosa que estaba. Señaló a Madeline y, con un rostro pálido, gritó: "¡Jeremy! Esta mujer me hizo sangrar, por un golpe en la cabeza. ¡También robó mis joyas y mi billetera! ¡Es obvio que ella está en mi contra!".

"Tonterías". Jeremy se rio, entre dientes. "Ignorando el hecho de que Linnie tiene riqueza y fama, ahora, nunca tocaría tu dinero, incluso si no tuviera un centavo a su nombre".

Winston entró en la habitación, al escuchar el caos.

Comprendiendo la situación, dijó con severidad: "No hay forma. ¿Por qué Madeline robaría tus joyas y tu billetera?".

"¿Tú también estás de su lado?". Karen estaba tan frustrada, que estaba a un paso de vomitar sangre.

En ese momento, la cuidadora del Viejo Maestro se acercó a ellos, con cuidado. "Disculpe, pero yo creo que sé quién golpeó a la Señora, antes".