Resumo do capítulo Capítulo 624 do livro Esposa Pecadora de Sixteenth Child
Descubra os acontecimentos mais importantes de Capítulo 624, um capítulo repleto de surpresas no consagrado romance Esposa Pecadora. Com a escrita envolvente de Sixteenth Child, esta obra-prima do gênero Romántica continua a emocionar e surpreender a cada página.
Dejó el teléfono y se giró, para abrir la puerta.
Ante sus ojos se encontraba la esbelta figura de Felipe.
Enfundado en una bata de dormir, blanca y holgada, las seductoras clavículas del hombre podían verse vagamente, a través del fino material.
Madeline se sintió inexplicablemente incómoda, al ver a Felipe con semejante aspecto, a pesar de que no había sentido la más mínima incomodidad cuando le quitó la camisa a Jeremy, anteriormente. Incluso la mitad superior de su cuerpo quedó al descubierto, cuando le vendaba las heridas.
"¿Has venido a darme las buenas noches, Felipe?". Ella sonrió, reprimiendo sus pensamientos divagantes.
Felipe sonrió ligeramente y entró a la habitación.
A Madeline no le quedó más remedio que soltar el pomo de la puerta, que Felipe tomó y utilizó para cerrar la puerta tras de sí, al entrar.
El sonido de la puerta al cerrarse, alimentó la inquietud de Madeline.
"¿Hay algo de lo que quieras hablarme, Felipe?". Madeline esbozó una pequeña sonrisa, de pie junto a la puerta.
Felipe se dio la vuelta. Al leer la mirada de cautela en los ojos brillantes de Madeline, sus labios se torcieron en una mueca, mientras caminaba hacia ella y la tomaba de la mano.
"Vera, o quizás debería llamarte Eveline, teniendo en cuenta que es tu nombre de nacimiento". El tono de Felipe era suave y llegaba a los oídos de Madeline, como una suave brisa de verano por la tarde, mientras un dedo delgado le acomodaba el cabello detrás de la oreja.
"Me juré a mí mismo, en el momento en que casi moriste en la mesa de operaciones, por culpa de Jeremy y Meredith, que nunca dejaría que nadie te hiciera daño, otra vez".
La incomodidad en los ojos de Madeline se desvaneció, lentamente, dejando el agradecimiento a su paso.
"Gracias, Felipe. Me salvaste una vez, en aquel entonces, y me volviste a salvar cuando me caí al mar. Habría muerto, de no ser por ti".
"No dejaré que te pase nada". La mirada de Felipe era profunda. "Me prometí a mí mismo, desde que nos conocimos en la orilla del mar, en la Colina de Abril, y te prometí también que te protegería para siempre".
Madeline levantó sus ojos brillantes, al oír sus palabras, para captar cada detalle del rostro del hombre.
Las familiares y enarcadas cejas, y los ojos estrellados, le resultaron cálidos, pero su mente pareció suministrarle la apariencia de Jeremy, en su lugar.
Aunque se daba cuenta de que Madeline aún no lo había aceptado del todo, también había esperado demasiado por ella, ese día.
Madeline estaba a punto de poner una excusa, para salir del abrazo de Felipe, cuando éste la sujetó de repente por la cintura y la acomodó en la cama.
La sostuvo en sus brazos, antes de que Madeline pudiera reaccionar y escapar. Luego, inclinó su rostro hacia ella y colocó su cálida mano en su mejilla.
"Eveline", dijo su nombre, en voz baja. "Sé que no puedes recordar lo felices que éramos, en el País F, pero no importa. Yo te ayudaré a recordar".
La voz de Felipe era baja y, en la oscuridad de la noche, llegaba a los oídos de Madeline, mientras la envolvía en un embrujo.
Madeline levantó la mirada y descubrió que la distancia entre ellos se estaba acortando, y su corazón se aceleró dentro de su pecho.
Sin embargo, Madeline descubrió que el ritmo acelerado de su pecho no se debía a la atracción, sino al miedo y la inquietud.
Felipe colocó sus labios entre las cejas de ella, mientras sus delgados dedos caían sobre los botones de su ropa para dormir, desabrochándolos lentamente...
Comentários
Os comentários dos leitores sobre o romance: Esposa Pecadora