Esposa Pecadora romance Capítulo 645

Eloise no tenía energías para discutir con Karen. Ella levantó los ojos para mirar los hermosos pero desenfocados ojos de Jeremy. Ella suspiró y dijo: "Jeremy, ¿puedo hacerte una sola pregunta? ¿Amas a mi hija?".

Esta pregunta sorprendió un poco a Jeremy.

"Contéstame, ¿amas a Eveline o no?". Preguntó Eloise, con un tono bastante urgente.

Los ojos de Jeremy se suavizaron. "Por supuesto que la amo".

"Bueno, ya que la amas, te diré esto. Eveline regresará al país F con Felipe mañana y es posible que nunca regrese".

Los ojos sin vida de Jeremy se tiñeron luego con un poco de soledad y melancolía.

“Lo sé".

"¿Solamente dirás eso?", Eloise miró al hombre quien había reaccionado con tanta calma por la sorpresa.

Jeremy levantó las comisuras de los labios y sonrió. "No molestarla e involucrarme con ella es lo último que puedo hacer por Linnie".

Eloise se sorprendió cuando escuchó eso.

Al ver que Jeremy tocaba los pasamanos y volvía a subir las escaleras, ella dio un paso adelante. "Mañana por la mañana a las 10:30 a.m., Es tu decisión si estarás o no allí". Después de decir estas últimas palabras, Eloise se fue.

Jeremy hizo una pausa mientras se dirigía arriba, luego siguió adelante.

Karen siguió a Jeremy y enfatizó repetidamente, diciendo: “Jeremy, no debes ir. Tú y Madeline no son para nada compatibles”.

"Jeremy, escucha el consejo de tu madre. Hay muchas mujeres en este mundo que son mejores que Madeline. Ya no necesitas pensar en ella".

Sin importar lo que dijera Karen, Jeremy la ignoró.

Paso a paso, él regresó a la cámara matrimonial que solía ser de Madeline y suya.

Sin embargo, ya no quedaba la fragancia que quedaba de ella, solo la soledad y el abandono.

Él encontró su álbum de bodas de entonces en la oscuridad y acarició los granos de la foto. Las yemas de los dedos de Jeremy estaban frías y la frialdad llegó a su corazón.

‘Linnie, mientras tú estés feliz, yo seré feliz. Incluso si estará esta brecha y lamento que no podre llenar en esta vida’.

‘Linnie, acabo de entender que realmente hay personas en este mundo que no pueden estar juntas porque el tiempo es realmente importante’.

Jeremy se quedó en el balcón en silencio, escuchando un silbido por encima de su cabeza. Algo en su corazón se rompió ferozmente.

‘Linnie, realmente te has ido esta vez’.

‘No tendrás que volver a ver a esta escoria nunca más’.

‘Nunca más’.

...

Cuando el sol se puso y la luna se elevó varias veces, llego finales del verano y principios del otoño en un instante.

Incluso durante los dos o tres meses más calurosos, el corazón de Jeremy aún sentía frío.

Él había visitado muchos hospitales, tanto grandes como pequeños, pero ninguno de ellos pudo curar eficazmente su ceguera. Ningún médico se atrevió a operarle los ojos precipitadamente.

Un fin de semana, Winston acompañaba a Jeremy a un hospital oftalmológico. Después del examen, el médico dijo que no había problemas con la retina de Jeremy y que la razón por la cual la visión de Jeremy no se había recuperado después de tanto tiempo podría deberse a otros factores.