Esposa Pecadora romance Capítulo 649

"¿Linnie?", él dijo tentativamente, su nervioso corazón latía precipitadamente como el día que conoció a Madeline en la universidad. Él se tensó.

Jeremy no sabía si debería estar feliz o no. Dios le había dado la oportunidad de volver a ver a la mujer más amada de su vida, pero él no podía ver nada.

Madeline miró el hermoso rostro frente a ella, sus delicadas cejas volviéndose un poco menos frías y un poco más suaves.

Ella caminó hacia él con calma. "Parece que tu pierna está bien".

Al escuchar la voz de Madeline, el corazón de Jeremy se llenó de una incomparable satisfacción.

Era solo que sus palabras lo habían asustado un poco.

¿Pudiese ser que Linnie había venido aquí específicamente para ver si su herida estaba curada?

Pensando en eso, una sonrisa se desbordó de los labios de Jeremy, pero solo estuvo feliz por unos segundos cuando la fría voz de Madeline siguió: "Ya no tengo nada que ver contigo, así que no quiero deberte ningún favor".

A Jeremy se le enfrió el corazón, pero él mantuvo una sonrisa en su hermoso rostro. "Linnie, nunca me debiste nada. Yo, por otro lado, te debo demasiado".

"No me debes nada. Si es una vida, ya me lo pagaste la última vez. Si hay algo que me debes, es un certificado de divorcio. Aún me debes eso".

Madeline caminó hacia él. "Me quedaré en Glendale durante una semana. Espero que pueda tomar medio día para acompañarme a la oficina de la ciudad, Sr. Whitman".

Después de escuchar las palabras de Madeline en silencio, Jeremy asintió con una sonrisa, sin sorprenderse. "Está bien".

Su respuesta sonó muy directa. Era como si no sintiera más nostalgia.

El corazón de Madeline se hundió de alguna manera. Ella miró el hermoso y suave rostro de Jeremy. Sus labios rosados ​​estaban ligeramente separados.

"Está bien, es imprescindible".

Jeremy respondió con una sonrisa, ocultando su desgana y nostalgia en su corazón sin dejar rastro. "Tengo algo que hacer. El abuelo todavía está en el jardín. Puedes ir a hablar con el abuelo un rato", dijo Jeremy, a punto de darse la vuelta.

Madeline de repente lo halló un poco extraño. Aunque Jeremy la había mirado en su dirección, su vista y su concentración no se detuvieron en ella.

Parecía que él no la miró ni una sola vez.

Madeline observó a Jeremy darse la vuelta y entrar lentamente en la casa, desorientado.

Su mano izquierda colgaba frente a él y su dedo anular parecía desnudo.