Esposa Pecadora romance Capítulo 671

Madeline vio la espalda de Felipe, que estaba frente a ella. Su cuerpo era alto y delgado, pero un aura escalofriante irradiaba de su cuerpo.

Por otro lado, Jeremy estaba sentado en la silla tranquilamente. Su perfil lateral parecía suave y tranquilo.

Un rato después, Jeremy abrió la boca y dijo con ligereza: "Ese es el recuerdo mío y de Linnie. No está relacionado contigo".

"¿No está relacionado conmigo?". Felipe se rio con arrogancia, antes de añadir: "Eveline es mi esposa ahora".

La palabra "esposa" atravesó el corazón de Jeremy. Apretó sus finos labios con fuerza y miró al frente en silencio, sin refutar nada.

Al ver que Jeremy guardaba silencio, Felipe levantó una comisura de sus finos labios y sonrió profundamente. "Jeremy, tú fuiste el que no la quiso al principio, así que no esperes nunca recuperar a Eveline hoy. No te mereces a Eveline en absoluto.

"Deja de tener esperanzas con Eveline. Ella ya no te pertenece. Deberías dejar de actuar con doble moral y dejar de intentar acercarte a ella de nuevo".

Al escuchar las impactantes palabras de Felipe, Jeremy levantó sus delicadas cejas sin prisa.

"¿Doble moral?". Jeremy sonrió y dijo en voz baja: "¿Qué quieres decir con eso?".

"Deja de hacerte el tonto delante de mí. Acordaste que no volverías a buscar ni a molestar a Eveline, pero la verdad es que sigues buscando oportunidades para acercarte a ella una y otra vez. Le haces saber de tu ceguera y le haces creer que la razón de tu ceguera es por ella. Le haces sentir que te lo debe. Por eso siempre se resiste a volver al País F conmigo. ¿No es esto lo que deseas?".

Madeline se sorprendió al oír esto.

Inesperadamente, Felipe ya sabía de la ceguera de Jeremy.

Ni siquiera esperaba que Felipe, que siempre había sido amable y noble, tuviera un lado tan frío y hostil.

Madeline no sabía si debía seguir escuchando a escondidas, pero cuando estaba a punto de darse la vuelta, escucho la voz de Jeremy.

"Aquel día en la isla, desde el momento en que te entregué a Linnie, ya había tomado una decisión. Nunca tomaré la iniciativa de buscarla o de volver a verla en mi vida".

Su voz era suave, como el viento que pasaba por delante de sus ojos, pero su voz ligera y suave cayó con fuerza en su corazón.

Madeline detuvo sus pasos. Sus ojos se abrieron en gran medida, mientras se quedaba boquiabierta.