Esposa Pecadora romance Capítulo 691

Yvonne se enojó cuando vio a Jeremy correr hacia ellos. Ella utilizó toda su fuerza para empujar a Madeline por la pendiente. "¡Vete al infierno, Madeline!".

Madeline perdió el equilibrio y sintió que sus piernas pisaban el aire mientras caía por la pendiente.

"¡Linnie!".

Jeremy extendió sus largos brazos y su mano se agarró con precisión a la muñeca de Madeline.

Madeline levantó la cabeza para mirar hacia arriba. Bajo la luz de la luna, su visión estaba ocupada por la expresión preocupada de Jeremy.

"¡Linnie!".

Jeremy se mostró agradecido mientras miraba a Madeline que flotaba en el aire. Rápidamente la levantó con fuerza.

"No tengas miedo, Linnie. Nunca te dejaré ir, nunca más". Él le prometió mientras daba todo lo que tenía para jalar a Madeline hacia arriba.

Yvonne se exasperó al presenciar la escena.

Ella no quería que Jeremy salvara a Madeline, pero al mismo tiempo, escuchó muchos pasos acercándose a ellos.

Al recordar que sus otros dos camaradas se habían llevado los 500.000 en efectivo, a Yvonne no le quedó más remedio que huir del lugar mientras apretaba los dientes.

Ella tampoco deseaba perder el dinero, no cuando no había logrado acabar con Madeline.

En ese momento, a Jeremy no le importaba nada de lo que ocurría a su alrededor. Lo único que le importaba era Madeline.

Madeline nunca esperó que Jeremy la atrapara en el último momento. Ella también se esforzó y sacó todas sus fuerzas para subir.

Sin embargo, dado que la pendiente era demasiado resbaladiza, ella sintió que se movía hacia abajo mientras seguía subiendo.

Ella miró hacia arriba y se dio cuenta de que estaba arrastrando a Jeremy por la pendiente también.

"Suéltame, Jeremy. No me voy a morir. Lo más que me pasará es que rodaré hasta abajo". Ella le pidió a Jeremy que la dejara ir.

En el siguiente segundo, ella vio que los ojos de Jeremy emitían un aura dominante mientras la miraba directamente a los ojos.

"El error más grande que he cometido en mi vida es que no te cuidé como es debido y nunca te di la felicidad que mereces. Escucha, Eveline. Nunca te soltaré, ¡ni siquiera la muerte podrá hacer que te suelte!".

Al amanecer, un rocío cristalino cayó sobre el acantilado sin hacer ruido.

Jeremy movió los párpados, sintiendo una brisa helada que soplaba contra él. Poco a poco abrió los ojos.

La luz del sol de la mañana brillaba a través de la espesa niebla. Mientras él inhalaba el aire, la fragancia de la hierba le llegó a la nariz.

Jeremy parpadeó y, de repente, recordó el incidente que ocurrió anoche. Se giró y vio a Madeline acostada en sus brazos, todavía sin despertar.

Él se levantó y golpeó suavemente la cara de Madeline.

"Linnie, Linnie, despierta", la llamó suavemente, pero no recibió ninguna reacción de Madeline.

Jeremy se dio cuenta que su rostro estaba extremadamente pálido. Comenzó a buscar por todo su cuerpo en busca de alguna herida, pero no encontró nada raro.

Luego volvió a llamarla, pero Madeline seguía sin responder.

Jeremy se puso más ansioso, y cuando volvió a extender la mano, se quedó atónito.