Esposa Pecadora romance Capítulo 738

“Felipe, ¿qué intentas decir? ¿Me estás presumiendo?”.

"Pff". Felipe resopló. “Solo quiero decirte que, ahora que las cosas han llegado a esto, necesitamos una solución. Te esperaré donde mataron a Lillian, en media hora. Si te presentas, te daré todas las grabaciones de Lillian, desde el momento en que nació. Si no vas, simplemente finge que nunca hice esta llamada".

Felipe colgó antes de que Jeremy pudiera responder.

Cathy estaba de pie junto a la pared del estudio mientras su cuerpo estaba cubierto de hematomas y heridas.

Ella lo contempló antes de regresar a su habitación, en silencio.

Después de reflexionar, ella tomó su teléfono y escribió una serie de palabras...

Madeline no regresó a la Mansión Montgomery, después de su partida.

Ella caminó sin rumbo fijo por las calles. A pesar del ajetreo y el bullicio que la rodeaba, ella todavía sentía un escalofrío que le perforaba los huesos en el corazón.

Ni en sus sueños más locos ella pensaría que Felipe era capaz de hacer cosas tan atroces.

Madeline sintió que eso era ridículo. El hombre que le dijo que la amaba, estaba haciendo algo que la lastimó.

De repente, ella se sintió perdida. ¿Cómo era el amor verdadero?

De repente, ella recibió un mensaje de un número desconocido. Cuando ella miró el texto, estaba llena de dudas.

Luego de contemplarlo un rato, ella decidió ir al lugar que indicaba el texto.

Cuando ella llegó, vio a Jeremy y Felipe hablando.

Ya estaba anocheciendo y el cielo estaba sombrío. Luego, comenzó a lloviznar. En medio de la frialdad, Madeline los vio en un estado de mutua hostilidad. Ellos parecían estar a punto de dispararse, el uno al otro, en cualquier momento.

“Jeremy, ¿sabes cuánto tiempo tuve que esperar a que Maddie perdiera toda esperanza en ti y se divorciara de ti? Esperé diez años, pero ¿ahora?”.

“El traje de regreso de la muerte y la ayudé a pararse sobre sus propios pies. Me quedé con ella durante sus momentos más difíciles y la dejé hacer lo que ella amaba, para que pudiera cumplir sus sueños. Pensé que cuando llegara el momento, ella me pertenecería por el resto de su vida. Sin embargo, la verdad me ha dicho que su corazón nunca estuvo conmigo”.

“Felipe, no puedes simplemente obligar a alguien a tener una relación contigo. Todo este tiempo, tu amor fue unilateral".

"No, no es unilateral". Felipe frunció las comisuras de los labios, de repente, cuando una sonrisa malvada apareció en su rostro. "Maddie y yo nos enamoraremos mientras tú desaparecerás, para siempre", él dijo mientras cargaba el arma. Sus ojos parecían cada vez más siniestros.

“Jeremy, debes extrañar a tu hija, ¿verdad? Te enviaré a verla, ahora".

¡Bam!

Tras la declaración de Felipe, el sonido ahogado de un disparo de bala rompió el silencio de las afueras del pueblo.