Esposa Pecadora romance Capítulo 757

Un destello de miedo brillo en los ojos de Madeline, tras escuchar eso. "¿Qué estás insinuando, Felicity Walker?".

"¿Oh? ¿Tienes miedo? ¿O es que te preocupa que él muera?". El tono de Felicity estaba lleno de desprecio. "¿No rezaste noche y día por el sufrimiento de este hombre? Bueno, entonces deberías estar muy feliz, ya que se irá al infierno en cualquier momento".

Madeline ahora estaba segura de que ellos estaban vigilando todos sus movimientos, y los de Jeremy también.

Felipe era el único que podía hacer algo así.

Definitivamente él tenía más poder en el País F de lo que ella podía imaginar.

"Por mucho que odie a Jeremy, es un asunto entre él y yo. No te corresponde a ti determinar y actuar en mi nombre". El tono de Madeline era frío y su mirada era mordaz. "No soy tan estúpida como para ignorar el hecho de que Felipe está utilizando mi odio por Jeremy, para deshacerse de él".

"No tengo ni idea de lo que estás hablando", dijo Felicity inocentemente, antes de que sus ojos se enfriaran. Después añadió con un tono de complicidad: "Todo lo que sé es que los accidentes ocurren todo el tiempo en el mundo. Nunca se sabe cuál será la última despedida".

El corazón de Madeline se estremeció y dio un vuelco, miró a Felicity con una mirada fulminante. "¡Quiero ver a Felipe!".

"El Amo Whitman no está aquí", respondió un guardaespaldas desde un lado.

"Si él no está aquí y no va a dejarme usar el teléfono, entonces ¿podrías tener la amabilidad de transmitirle que, si se atreve a matar a Jeremy de una manera tan injusta, ¡nunca tendrá mi respeto, aunque gane!".

Todas las palabras de Madeline resonaron claramente en los oídos de Felipe.

Sus pupilas se contrajeron, mientras el odio nublaba sus atractivos rasgos.

Echó un vistazo a la hora. Su delgado dedo se acercó a golpear la pantalla de su teléfono móvil, mientras decía su orden.

Encerrada en la mansión, Madeline estaba privada de todo contacto con el mundo exterior. Solo podía ver la televisión.

No tenía ni idea cuál era el propósito de Felipe, encerrándola allí.