Esposa Pecadora romance Capítulo 762

Felicity no tuvo tiempo de responder, cuando la magnética voz de Jeremy salió del interior. "¿Quién está ahí fuera?".

La expresión de Felicity cambió inmediatamente a una cansada y frustrada. "¿Por qué está aquí otra vez, Srta. Montgomery? Ya le he dicho varias veces que soy yo la persona que ama Jeremy. Es porque nos parecemos, que Jeremy se inclinó por ti, como mi reemplazo. Jeremy y yo hemos vuelto a estar juntos, así que ¿podrías dejar de molestarnos, por favor?".

Madeline estaba segura de que Felicity estaba actuando, en ese momento. Deseaba destrozar la máscara de la mujer, cuando Jeremy apareció de repente en su línea de visión.

Jeremy miró tranquilamente a Madeline con sus profundos y analíticos ojos de flor de melocotón, antes de desviar la mirada para mirar a Felicity, mientras hablaba en un tono cálido: "Recoge tus cosas rápidamente. Nuestro vuelo de vuelta a Glendale es dentro de tres horas".

"De acuerdo". Felicity asintió, el matiz provocador de su sonrisa se hizo más profundo.

Madeline no podía creer lo que veían sus ojos, al ver que Jeremy la ignoraba. Incluso le cerró la puerta en su cara de sorpresa, sin darle otra mirada.

No solo no la reconocía, sino que además se mostraba frío y despectivo.

Le recordó cómo habían sido las cosas entre ellos, al principio.

Sin embargo, en comparación con la persona despiadada que era antes, era evidente que esta versión de él todavía la amaba profundamente.

Madeline sabía que tenía que haber una razón detrás de la actitud de Jeremy, así que tomó un taxi hacia la mansión Aliento de Bebé para buscar a Felipe, sin pensarlo dos veces.

Efectivamente, Felipe estaba en la mansión. En el jardín, el hombre estaba sentado despreocupadamente con una taza de té negro y un libro en las manos.

Madeline se puso delante de él y dijo secamente: "El accidente de avión, los desaparecidos y los muertos eran falsos. Hiciste que Felicity y tu guardaespaldas me arrastraran al coche solo para que Jeremy y yo no nos encontráramos. Nos separaste para poder hacer lo que quisieras, ¿verdad?".

Felipe dejó la taza de té con indiferencia, mientras su aspecto calmado permanecía imperturbable. "Te debió doler mucho el corazón, cuando escuchaste que había muerto, ¿eh?".

Felipe se burló del silencio de Madeline. "Nunca se me pasó por la cabeza que siguieras tan enamorada de él, Eveline". Se puso de pie y se inclinó hacia Madeline, con una voz profunda y hechizante al decir: "Debe doler, ¿eh? Ver cómo el hombre al que amas tan profundamente te ignora, para defender a otra mujer".

"¿Ahora entiendes como me siento yo, Eveline?".