Resumo de Capítulo 778 – Capítulo essencial de Esposa Pecadora por Sixteenth Child
O capítulo Capítulo 778 é um dos momentos mais intensos da obra Esposa Pecadora, escrita por Sixteenth Child. Com elementos marcantes do gênero Romántica, esta parte da história revela conflitos profundos, revelações impactantes e mudanças decisivas nos personagens. Uma leitura imperdível para quem acompanha a trama.
Cathy se mordió el labio con fuerza, mientras abría los ojos obstinadamente y se obligaba a contener las lágrimas.
"No me alejes. Mientras puedas mantenerme a tu lado, haré lo que quieras que haga. Haré lo que pueda".
"Ja", se burló Felipe. "¿Tanto te gusto? ¿Tanto como para no tener autoestima y amor propio?".
"No solo me gustas". Cathy lo miró a los ojos, fijamente.
Sin embargo, Felipe la rechazó. La apartó de un empujón, sin mirarla siquiera de reojo.
"Vete. Ve a la entrada y reflexiona si lo has dado todo, al cumplir mis órdenes".
Cathy se quedó un poco extrañada, al escuchar sus palabras. Afuera nevaba y la temperatura era gélida.
Ella no podría soportar ese frío.
"¿No vas?", le instó Felipe.
Cathy apretó los puños y decidió no volver a correr ese riesgo.
Lo había perdido una vez y no podía volver a perderlo.
"Yo...Yo no quiero ir". Se negó, desafiando sus órdenes, por primera vez.
Felipe también se sorprendió. "¿Qué acabas de decir?".
"He dicho que no quiero ir. Hace mucho frío fuera, yo...".
"¿Quién acaba de decir que, con tal de quedarse a mi lado, estaba dispuesta a todo?".
"Estoy dispuesta, pero...". Cathy apretó los puños y corrió hacia Felipe con coraje, mirándolo con sus ojos claros. "Felipe, yo...estoy llevando en mi vientre a tu hijo, de nuevo".
Al decir esto, los ojos de Cathy brillaron con expectación, mientras una leve sonrisa florecía en sus labios.
La expresión de Felipe tuvo un cambio evidente. Había un brillo evasivo en sus ojos.
Cathy pensó que Felipe se estaba alegrando, pero de repente lo escuchó decir: "¿Y qué? ¿Crees que puedes convertirte en mi esposa y quedar exenta de castigo, solo porque estás embarazada de mi hijo?".
No había calidez en su tono, e incluso sus ojos eran fríos.
"Ve a la entrada inmediatamente y reflexiona. No puedes entrar, sin mi permiso".
Felipe no podía creerlo. Inmediatamente se dirigió al garaje y se marchó en su coche.
Cathy oyó el sonido de un coche que se alejaba y pudo comprobar que era el sonido del motor del coche de Felipe. Parecía que se había marchado y la había ignorado.
Quiso entrar, pero los dos guardaespaldas la miraban.
Sin el permiso y las instrucciones de Felipe, no la dejarían entrar.
Cathy temblaba bajo el viento frío y la nieve invernal, con las palmas de sus manos rígidas y frías abrazando su vientre. Podía sentir el último rastro de calor disipándose, gradualmente...
No sabía cuánto tiempo había pasado. Estaba en un estado de aturdimiento, cuando volvió a oír el familiar sonido del motor, pero para entonces tenía demasiado frío como para abrir sus ojos.
Felipe entró por las grandes puertas de la villa, en su coche. Con las luces del mismo, vio de repente una figura tendida en el suelo, mientras estaba cubierta de nieve. Felipe miró más de cerca y vio la cara de Cathy.
¡Realmente se había desmayado en esa fría y ventosa noche de nieve!
Las fibras del corazón de Felipe se agitaron, repentinamente, mientras el pánico sin precedentes le golpeaba.
Salió inmediatamente del coche, caminó hacia Cathy y se agachó. La levantó y vio que había sangre en el lugar donde estaba acostada.
Comentários
Os comentários dos leitores sobre o romance: Esposa Pecadora