Esposa Pecadora romance Capítulo 798

Se levantó de repente, sus ojos agudos y espinosos se enfocaron en Felipe. "¡¿Te ​​atreviste a tocarla?!".

Estaba furioso. Sus palmas blancas ahorcaron el cuello de Felipe, mientras gritaba: "¡Linnie es mía! ¿Cómo te atreves a tocarla? ¡Felipe, te mataré!".

Madeline vio que Jeremy se ponía furioso, de repente. Incluso levantó la mano y estuvo a punto de golpear a Felipe.

En ese momento, el guardaespaldas detrás de ella sacó una pistola y disparó una bala directamente a Jeremy.

Cuando Madeline volvió a sus sentidos y quiso evitar que sucediera, la bala ya había salido volando y golpeó directamente la mano de Jeremy.

La sangre de color carmesí goteó sobre el suelo nevado, blanco puro. Con el rojo y el blanco juntos, se creó un color demoníaco.

Madeline sintió un hormigueo de dolor en los ojos. Su corazón estaba terriblemente incómodo.

Ella dio un paso adelante, queriendo ayudar a Jeremy, pero el guardaespaldas la detuvo de inmediato. "Señora, ¿todavía quiere ver a la Srta. Lilian? Si decide ayudar a Jeremy ahora, me temo que la Srta. Lilian dejará este mundo para siempre".

La mano de Jeremy se lesionó y Felipe lo empujó con facilidad.

Madeline temía que Felipe le diera instrucciones a los guardaespaldas para que le hicieran otra cosa a Jeremy, así que rápidamente dijo: "¡Jeremy, si no quieres morir aquí, vete y no dejes que te vuelva a ver!".

Ella fingió tener un corazón frío mientras le advertía, pero su corazón estaba temblando violentamente.

Jeremy se miró las palmas ensangrentadas y, con sus hermosos ojos, miró afectuosamente a Madeline en la distancia.

Esa mirada entre ellos sería recordada durante diez mil años. Fue como si hubieran estado separados por miles de montañas y ríos.

El corazón de Madeline latía, nerviosamente. Le preocupaba que Jeremy todavía se negara a darse por vencido y que volviera a quedar atrapado en peligro, debido a su persistencia. Sin embargo, dado que no pudo darle ninguna pista, solo pudo alejarlo con una mirada cada vez más indiferente.

"Está bien, me iré. Más nunca te molestaré”.

“Eveline, no importa lo mucho que me odies, siempre te esperaré”.

Después de que Jeremy le dijera esas palabras a Madeline, finalmente se dio la vuelta.

En su desesperación, solo notó que había gente acercándose a él, en ese momento.

Esos cinco o seis hombres fuertes, vestidos de negro, eran obviamente los guardaespaldas de Felipe. También tenían armas en la mano.

"Jeremy, la Srta. Eveline dijo que realmente no quiere volver a verte", dijeron ellos, con arrogancia.

"Parece que la Srta. Eveline solo podrá descargar su ira por completo, contigo muerto".

"Jeremy, si quieres irte, ¡primero debes dejar tu vida aquí!", los guardaespaldas dijeron e inmediatamente sostuvieron sus armas con los silenciadores instalados, comenzando a disparar directamente a Jeremy.

Con una fuerte bala, el parabrisas delantero del coche se hizo añicos, en un instante.

La bala atravesó el cristal y rozó el hombro de Jeremy. Inmediatamente, la sangre roja fluyó de la herida.

"Muévete de inmediato. ¡Mata a Jeremy según las instrucciones de la Srta. Eveline!".