Esposa Pecadora romance Capítulo 808

Ella frunció el ceño y se apresuró a marcharse.

Tras subir al coche, Madeline se palpó el abdomen y pensó en la mirada de Jeremy.

'¿Era ira, celos o angustia?'.

Madeline no supo decirlo.

Lo que Madeline no quería que Felipe supiera, pronto lo supo por sus hombres.

Él parecía muy feliz. "Eveline, ¿estás realmente embarazada de mi hijo?".

Madeline no lo negó. Si ella lo negaba, temía que Felipe usara cualquier método para deshacerse del niño.

Ella no quería hablar con Felipe sobre el niño, así que cambió de tema. "Mañana es el aniversario de la muerte de mi abuelo. Voy al cementerio a visitarlo".

Felipe accedió de inmediato. "Dado que la subasta por ese terreno fracasó, tengo que ocuparme de algo. Conseguiré que alguien te lleve allá, mañana". Él sonrió suavemente. "Eveline, este es nuestro primer hijo. No te preocupes, incluso después de que tengamos este niño, seguiré tratando a Lilian como a mi propia hija".

"Si realmente tratas a Lilian como a tu hija, no la habrías usado como un peón". Madeline lo expuso sin rodeos.

El rostro de Felipe se ensombreció. Mientras miraba la espalda de Madeline, bajó inadvertidamente la vista y vio la cinta de pelo que llevaba en la muñeca.

Mientras miraba eso fijamente, la mente de él se desvió.

...

Temprano a la mañana siguiente, Madeline llevó crisantemos blancos y velas al cementerio.

La brisa de principios de primavera era muy suave. La acompañaba una ligera llovizna con un toque de frescor.

Cuando Madeline bajó del coche, se disgustó al ver que el guardaespaldas estaba a punto de seguirla, de nuevo. "No me sigas. Quiero sentarme con el abuelo a solas, por un rato".

El guardaespaldas se detuvo y no se atrevió a desobedecer a Madeline. Solo pudo mirar su espalda mientras entraba al cementerio, desde el estacionamiento.

Una brisa fresca pasó y él se estremeció. Supuso que estaría bien que Madeline fuera sola a encender unas velas, así que se dio la vuelta y subió al coche. Navegó por su celular mientras la esperaba.

Jeremy frunció los labios y se quitó las gafas de sol. Sus encantadores ojos redondos se acercaron a ella con una sonrisa. "Sra. Whitman, ¿por qué dice que la estoy siguiendo?".

"La azotea del hotel, el hospital, el cementerio. ¿Me tomas como una tonta? ¿Es realmente pura coincidencia que te vea, cada vez?".

"¿No es porque estamos destinados a encontrarnos?".

Madeline se echó a reír después de escuchar lo que dijo. "Jeremy, mi destino contigo terminó hace mucho tiempo. Deja de intentar ponerle sentido a las cosas. Si quieres quedarte aquí, entonces me iré. ¡Será mejor que dejes de seguirme!".

Después de advertirle, ella se dio la vuelta y se fue.

Jeremy se quedó mirando su espalda mientras una fuerte sensación de posesividad envolvía sus ojos. "Eveline, se te ha caído algo".

Madeline hizo una pausa y miró sus pies con sospecha, pero no vio nada que pudiera haber dejado caer.

Ella sospechó que Jeremy le estaba jugando una mala pasada. Cuando giró la cabeza hacia atrás, el hombre de repente caminó hacia ella con una expresión solemne.