Esposa Pecadora romance Capítulo 818

La débil voz de Felipe se escuchó, a través del teléfono. "Le ha pasado algo a Lillian".

La expresión de Madeline cambió, drásticamente. "¿Le pasó algo a Lillian? ¡¿Qué quieres decir con eso?!".

"Lillian se tropezó accidentalmente y se golpeó la cabeza. Está sangrando mucho. Acabo de llevarla al Hospital Real, para que la atiendan", dijo Felipe con calma. Luego, preguntó: "¿Estás con Jeremy?".

"No estoy con él. ¡Voy a reservar un boleto para regresar al País F, ahora mismo!".

Jeremy salió de la sala de conferencias y vio a Madeline corriendo hacia el ascensor. Sus ojos se oscurecieron, cuando adoptó una expresión de celos. "Estás tan desesperada de verlo, después de una simple llamada. Eveline, ¿solías estar así de preocupada por mí, en el pasado?".

Madeline abordó el vuelo en la noche para regresar a toda prisa al País F.

Cuando ella llegó al hospital, Lillian estaba ingresada en la unidad de cuidados intensivos, para una mayor observación.

A través de la ventana de cristal, Madeline miró el pálido rostro de su muñeca. Esa vista no hizo más que destrozarle el corazón.

Los sirvientes afirmaron que Lillian estaba jugando sola, cuando se golpeó accidentalmente la cabeza, pero Madeline no estaba convencida.

'Esto debe ser una advertencia de Felipe'.

'Él está tratando de advertirme que no tenga el impulso de contarle a nadie la verdad, o de lo contrario la que va a resultar herida es Lillian'.

Al estar agotada, Madeline se dejó caer en la silla. Estaba mentalmente exhausta.

El imponente físico de Felipe, pronto se le acercó. Ella sintió que él era como una enorme montaña, que la oprimía hasta dejarla sin aliento.

Ella no podía calcular cuánto tiempo más tendría que soportar estos días tan aterradores.

Felipe se acercó a ella. "Lillian ya no se encuentra en ningún escenario que ponga en peligro su vida. En realidad, no tenías que regresar aquí".

Madeline se quedó mirando la expresión amable y se levantó, poco a poco. "En este momento, la que está acostada dentro es mi hija biológica, que llevé en mi vientre durante nueve meses. ¿Crees que podría quedarme en Glendale y no estar preocupada por nada de esto?".

La mirada severa pero aguda de Madeline, encajaba con los ojos misteriosos e impredecibles de Felipe.

'Dices que no quieres ponerme en una situación difícil, pero tu actitud no habla de la misma manera'.

Madeline miró a la niña en la UCI, mientras apretaba los puños. Al final, se dirigió a casa.

Madeline se quedó en el País F por una semana, hasta que Lillian se recuperara por completo, antes de regresar a Glendale con Felipe.

En realidad, ella no quería volver tan rápido, ya que quería seguir acompañando a Lillian. Sin embargo, Felipe insistió en que volviera a Glendale con él. Por la seguridad de Lillian, no le quedaba otra opción.

Ella abordó un vuelo de tres horas y luego continuó su viaje en coche. Madeline empezó a sentir náuseas.

El coche se detuvo y Madeline corrió a un cesto de basura, para vomitar. Felipe estaba preocupado por ella. Se acercó a ella y le dio unas suaves palmaditas en la espalda. "¿Estás bien? ¿Quieres ir al hospital?".

"No es necesario". Madeline lo rechazó de plano. Justo cuando quería evitar la mano de Felipe, aparecieron dos contornos en su campo visual.

Luego, ella escuchó la voz de Jeremy, que llamaría la atención de cualquiera...