Esposa Pecadora romance Capítulo 860

"Sr. Whitman, si no acepta este acuerdo, me temo que esta fina obra de arte no podrá salir por esa puerta. ¿No es así, cariño?".

Madeline no quería ayudar a ninguno de los dos, después de mirar la expresión arrogante del hombre y la cara oscura de Felipe.

La única persona a la que quería ayudar ahora mismo era a ella misma y a Jeremy.

Mientras Felipe dudaba, Madeline se levantó con una sonrisa radiante. "¿Quién dice que quiero irme?".

Cuando Madeline dijo eso, Felipe y Fabián se quedaron congelados.

Los dos hombres miraron su rostro sonriente, con los ojos llenos de sospecha y sorpresa.

"Eveline, ¿de qué estás hablando? ¿Quieres quedarte aquí?". Felipe no podía creerlo.

Madeline miró a Felipe con frialdad, antes de mirar con sus hermosos ojos al rostro de Fabián. "Me está tratando tan bien aquí que no quiero irme".

Los ojos de Fabián se iluminaron, mientras sonreía. "¿Lo dices en serio?".

"Por supuesto". Madeline miró con arrogancia a Felipe. Su rostro se volvía cada vez más oscuro. "No quiero seguir con este hombre. Si tienes la capacidad y las habilidades, entonces gáname".

Fabián miró a Madeline con interés. Al mismo tiempo, parecía sospechar algo.

Madeline dijo: "¿Por qué? ¿Tienes miedo? ¿Le tienes miedo?".

"Eh. ¿Por qué iba a tenerle miedo?". Se burló Fabián. De hecho, este método indirecto y psicológico era el que mejor funcionaba para un hombre joven y vigoroso como él.

"Felipe, ¿has oído eso? Tu mujer no quiere irse contigo. Sin embargo, cumpliré mi promesa. Tú te quedarás con Sudamérica y yo me quedaré con el mercado negro".

Felipe le ignoró y miró fijamente a Madeline. "Eveline, ¿no vas a venir conmigo?".

Madeline dijo con sarcasmo: "De todos modos, siempre me vigilan como a una prisionera, vaya donde vaya. Si ese es el caso, ¿por qué no me cambio a una prisión más nueva y mejor?".

Felipe echaba humo. Apretó los puños, pero no dijo nada, antes de marcharse con sus hombres.

Fabián estaba encantado. Abrió una botella de su mejor vino y sirvió una copa para Madeline. "Querida, definitivamente eres algo más. Dime, ¿por qué no quisiste irte con él?".

El coche llegó a la mansión y él se bajó enfadado. Nada más entrar en la casa, alguien le dijo: "Sr. Whitman, una mujer llamada Yvette le está esperando en el salón".

Felipe entró en el salón y pasó por delante de Cathy. Luego, le dijo fríamente: "Sígueme".

Cathy pudo sentir la ira que rezumaba Felipe. Dudó unos segundos, antes de seguirlo.

En el Estudio.

Felipe estaba de cara a la ventana francesa. La brillante luz del sol no podía deshacerse de la tormenta fría que se arremolinaba dentro de su cuerpo.

Cuando oyó los pasos de Cathy, dijo sarcásticamente. "¿Has venido por Jeremy?".

Cathy dijo fríamente: "Dile a tus hombres que se vayan. Que no se queden en la puerta, como perros guardianes".

"¿Te da pena?". Felipe se dio la vuelta y caminó hacia Cathy. Su aura oscura la envolvió, mientras le acariciaba la mejilla con los dedos. Luego, sus ojos se agudizaron. "Creo que necesito ayudarte a recordar algunas cosas".

"¿Qué intentas hacer?".