Esposa Pecadora romance Capítulo 880

Ella había escuchado todo lo que él había dicho. Podía sentir el arrepentimiento y el remordimiento que estaba dentro de Jeremy, así como su conflicto interno a la hora de perdonarse a sí mismo.

Mirando su espalda, que estaba a escasos centímetros, Madeline ya no sentía que estuvieran a kilómetros de distancia.

Inclinándose, levantó el brazo para abrazar a Jeremy por detrás.

En lo más profundo de su propia agonía, Jeremy se quedó asombrado cuando sintió que Madeline lo abrazaba de repente. El calor se filtró en su pecho.

"Sé que no puedes perdonarte por las cosas que me has hecho, pero hablo en serio cuando te digo que ya no te odio".

"Simplemente vivamos felices juntos el resto de nuestros días, Jeremy".

La suave voz de Madeline llegó a los oídos de Jeremy, y caía en su corazón como notas melódicas.

Se giró para mirarla con sus rasgos cincelados contra el rostro hermoso y pequeño de Madeline.

Los dos pares de ojos se cruzaron. Quedaron envueltos en un cómodo silencio.

Su delgado dedo trazó las cejas de ella, mientras se perdía en su belleza.

"Te amo, Eveline Montgomery".

Madeline curvó los labios en una sonrisa, mientras apretaba su frente contra la de Jeremy. "Sí, lo sé".

Jeremy anhelaba escuchar un "te amo" de la boca de Madeline, pero se encontró satisfecho en ese momento con el perdón de Madeline en su lugar.

Al día siguiente.

Madeline quería reservar un vuelo de vuelta a Glendale, pero Cathy parecía atormentar su mente.

Llamó a Cathy, que contestó, pero rechazó la sugerencia de Madeline. "Deberían volver, Evie. Todavía hay cosas que tengo que arreglar aquí".

Madeline se sintió incómoda. "Felipe es peligroso, Cathy. No puedes seguir a su lado".

"Es porque es peligroso que necesito quedarme a su lado". El tono de Cathy era decidido. "Creo que entiendo cómo te sentías entonces, Evie, pero Felipe no es Jeremy. Tengo que llevarlo de vuelta a la luz. No puedo soportar verlo cometer un error tras otro, como el que hizo".

Cathy entonces colgó el teléfono. Madeline volvió a llamar, pero su teléfono estaba apagado.

‘No dejaré que vuelvas a cometer más errores, Felipe. Si no limpias la suciedad de tu pasado, nunca tendrás la oportunidad de volver a empezar’. Pensó Cathy para sí misma, solo para que sus pasos se detuvieran antes de poder entrar por las puertas.

Mirando el USB en sus manos, no se atrevió a hacerlo.

Felipe se dirigía a la estación, cuando de repente recibió una llamada de Cathy. "Felipe", saludó ella, con una voz que sonaba dulce, pero con un tono que parecía una súplica. "Felipe", repitió ella, "¿puedes prometerme que nunca más te involucrarás en el comercio ilegal? ¿Me darás la oportunidad de amarte? Como la primera vez que nos vimos, ¿podemos empezar de nuevo?".

El corazón de Felipe se congeló, ante sus dos últimas súplicas.

Al pensar en la pistola que apuntaba al corazón de Cathy, su corazón se agitó erráticamente en su interior. "¿Dónde estás, Cathy?".

"Yo... estoy parada frente a la estación de policía".

"¡No entres!". La voz de Felipe temblaba al gritar.

"No voy a..."

Cathy miró hacia la comisaría y estuvo a punto de darse la vuelta. Sin embargo, justo cuando terminaba de hablar, una bala atravesó su delgado cuerpo...