Esposa Pecadora romance Capítulo 899

Jeremy no quería que aquella mujer le afectara de ninguna manera, así que entró inmediatamente al salón de banquetes sin mirar atrás.

Después de conseguir el termo de Madeline en manos de Eloise, Jeremy regresó por el mismo camino, aunque no esperaba que Lana siguiera esperando en el mismo lugar.

Jeremy ignoró su existencia y siguió caminando hacia adelante.

Lana miró a Jeremy que se acercaba con ojos ambiguos y poderosos. Mientras él pasaba, ella levantó la pequeña bolsa transparente que llevaba en la mano.

"Sr. Whitman, debería reconocer lo que es esto, ¿verdad? ¿No es esta la medicina que su esposa ha estado tomando recientemente?".

Jeremy no estaba interesado en saber nada que tuviera que ver con Lana, pero su vista se fijó en los objetos de la pequeña bolsa transparente.

La pequeña píldora rosa era claramente el medicamento que Madeline acababa de consumir.

Según Adam, se trataba de un fármaco desarrollado recientemente por su equipo que resultó muy eficaz para suprimir los tumores. Contaba con el respaldo de ensayos clínicos y sus ingredientes eran seguros.

Sin embargo, este medicamento era costoso. Una sola tableta costaba cinco cifras y su cantidad era escasa. Todavía no se había lanzado al mercado, así que ¿cómo consiguió Lana el medicamento?

Al mirar las dudas que habían aparecido en los ojos de Jeremy, Lana dijo tranquilamente: "¿Le parece extraño, Sr. Whitman? ¿Se pregunta cómo he llegado a poseer la medicina que su esposa está tomando? Si quiere saber la razón, lo esperaré en este hotel mañana por la noche. Estaré en la suite presidencial".

Lana le entregó el pequeño paquete de medicina a Jeremy.

"Hay que darle estos pocos a la Sra. Whitman, pero no exagere. De lo contrario...". Ella se detuvo deliberadamente a mitad de camino, sonriendo significativamente.

Jeremy no la aceptó, así que Lana simplemente puso la bolsa en la mano de Jeremy antes de rozar deliberadamente con sus dedos el dorso de la mano de él.

"Recuerde desbloquear mi número primero. Estaré allí".

Lana se marchó con una sonrisa de confianza, pero en la punta de la nariz de Jeremy aún persistía una extraña fragancia.

Él frunció el ceño y miró la píldora rosa en su mano, sintiendo que algo no estaba bien.