Esposa Pecadora romance Capítulo 903

Lana sonrió coquetamente mientras se acercaba cada vez más a Jeremy, con el cigarrillo entre los dedos revoloteando silenciosamente con humo blanco.

Ella miró la apariencia abatida de Jeremy en ese momento, y se sintió satisfecha. Estaba a punto de aprovechar la oportunidad para besarlo, pero desde su visión periférica, vio de repente a Madeline sosteniendo su celular con la cámara apuntando hacia ella mientras entraba lentamente.

"¿Por qué no continúa, Señorita Johnson? ¿No quiere ser famosa? Le ayudaré", dijo Madeline con una leve sonrisa. "En un momento publicaré este video en Internet para que las personas de todo el mundo puedan ver cómo una zorra seduce a los hombres casados".

Al escuchar la clara voz de Madeline, Jeremy pareció recuperar sus pensamientos. Sin embargo, se sentía un poco confuso por lo que acababa de ocurrir.

Lana apagó la colilla del cigarrillo mientras su entusiasmo también se apagaba. Sonriendo con desdén a Madeline, le dijo: "Solo estaba bromeando, Sra. Whitman. No tiene por qué ponerse tan seria".

"Para una broma así, prefiero que la Señorita Johnson busque a otro hombre y no se acerque a mi esposo. Después de todo, ser una amante no es algo agradable de mostrar". Aunque Madeline sonreía, había una agudeza en sus ojos.

Lana había crecido acunada en la palma de la mano de Paul Johnson. Esta era la primera vez que se veía confrontada por alguien de esta manera, y nada menos que por una mujer.

La expresión de Lana era sombría, y sus labios mostraban una sonrisa de satisfacción. Miró a Jeremy atentamente. "Sr. Whitman, volveré a buscarlo".

Al ver la sonrisa provocativa de Lana, Madeline se dio cuenta de que había mujeres en este mundo que eran más malvadas que Meredith.

Tan pronto como Lana se fue, Madeline guardó su agudeza y se tocó el estómago con cierta incomodidad.

Al ver esto, Jeremy se acercó nervioso al lado de Madeline. "Linnie, ¿estás bien?".

Madeline evitó los brazos de Jeremy que se habían extendido y dijo con frialdad: "Si no hubiera entrado hace un momento, ¿habrías querido que algo más ocurriera entre ustedes dos?”.

Jeremy abrazó los hombros de Madeline. "Linnie, no seas ridícula. No importa lo que ella piense de mí, tú eres la única mujer que amo".

"Espero que lo que estás diciendo ahora no sea como la promesa que hiciste en ese entonces".

Después de decir esto, Madeline se dio la vuelta y se fue. Jeremy la siguió rápidamente.

Una vez que salieron de la oficina, él sintió como si sus pensamientos se hubieran aclarado por completo.