Esposa Pecadora romance Capítulo 906

Madeline volvió al coche. El aire del estacionamiento hacía que su mente fuera menos caótica que antes, pero las manos que sostenían el volante le temblaban.

Se convenció a sí misma de que debía calmarse, pero ya no tenía fuerzas para conducir.

Su mente ahora estaba llena de imágenes de Jeremy y Lana besándose.

La sonrisa triunfante de la mujer y las cejas desdeñosas del hombre se parecían a la fría actitud de él hacia ella en aquel entonces.

Sin embargo, Madeline seguía sintiendo que Jeremy tenía una razón para su comportamiento de hoy.

Ella no podía conducir en ese momento, así que se quedó esperando en el coche.

No sabía cuánto tiempo había estado esperando. Se imaginó a Jeremy y Lana todavía en la misma habitación en ese momento, imaginando lo que podrían estar haciendo. A Madeline le dolía el corazón.

No podía quedarse sentada y esperar.

Madeline salió del coche y estaba a punto de tomar el ascensor cuando vio a Jeremy caminando hacia donde ella estaba.

El hombre estaba ahora pulcramente vestido, con un aspecto impresionante y elegante.

"Jeremy", lo llamó Madeline.

Jeremy se detuvo al escuchar su voz.

Él levantó los ojos y vio que Madeline, que estaba de pie no muy lejos de él, se veía un poco pálida. Los ojos de él se volvieron sombríos.

"Linnie, ¿por qué estás aquí?". Él caminó rápidamente hacia ella.

Su tono amable era completamente opuesto a la indiferencia que mostró antes.

Madeline miró el apuesto rostro que tenía delante e hizo lo posible por calmar sus emociones que estaban a punto de perder el control. "Jeremy, ¿por qué me engañas y sales a escondidas con Lana?".

Jeremy se sintió culpable al pensar en que Madeline podría haberse enterado de que había cenado con Lana no hace mucho tiempo.

"Linnie, no era mi intención mentirte", explicó, extendiendo la mano para tomar la mano de Madeline.

Madeline lo evitó. "No me toques, creo que estás sucio".

"Linnie, te he mentido, pero Lana y yo no tenemos la relación que tú piensas".

"Linnie, me he equivocado. Por favor, no te enfades. Ten cuidado con tu cuerpo".

"Linnie, esperaré a que me abras la puerta".

Madeline se sentó en el borde de la cama, agarrando las sábanas con los dedos.

Cuanto más pensaba en la escena que había visto con sus propios ojos, más mal se sentía Madeline. Incluso su estómago empezó a sentirse mal.

Al principio, Madeline pensó que este tipo de dolor leve terminaría pronto, pero el dolor se hacía más intenso. Una fina capa de sudor pronto brotó de su frente.

Madeline buscó el analgésico que le había recetado Adam, pero en cuanto abrió la caja de medicamentos, le dolió tanto el abdomen que ni siquiera pudo sujetar bien la caja. La caja de medicamentos que tenía en la mano cayó al suelo y las pastillas se esparcieron por todas partes.

Al agacharse para recogerlas, perdió la concentración y cayó al suelo sin fuerzas.

Madeline vio una sombra bajo la rendija de la puerta con su visión borrosa. Ella extendió su mano con fuerza, "Jeremy...".