Esposa Pecadora romance Capítulo 942

Ella lo miró con tristeza y se dio la vuelta con decisión.

Antes de que pudiera dar un paso, la palma cálida del hombre agarró la parte posterior de su cuello y Madeline se vio obligada a darse la vuelta. Él la sostuvo justo frente a él.

Los ojos redondos y espeluznantes del hombre envolvieron su visión como una noche profunda y vasta.

"¿Sabes que estás pidiendo tu propia muerte si continúas actuando de esa manera?".

"Entonces, ¿me va a matar, Sr. Zimmerman?". Madeline miró con severidad sus agudos y aterradores ojos helados.

Los hermosos, claros y encantadores ojos de ella que parecían otoñales se reflejaron en los ojos de él. Era como si verla tirara de las fibras de su corazón, dejándolo en trance por un tiempo.

Él rápidamente volvió a sus sentidos y se centró en los ojos de Madeline.

"No te preocupes, no te mataré, pero te mostraré las consecuencias de ofender a alguien a quien no debiste haber ofendido".

Las palabras de advertencia salieron de sus delgados labios sin un rastro de calidez.

Soltó a Madeline y la dejó sola mientras se alejaba sin ninguna emoción en él.

Madeline miró a Jeremy a quien Lana le había lavado el cerebro por completo. Después de que los latidos de su corazón se calmaron, ella corrió de inmediato a la guardería.

Cuando vio que el niño todavía dormía en la incubadora, se sintió aliviada.

Jeremy regresó a la villa que Lana compró en Glendale. Tan pronto como él entró por la puerta, alguien le informó que Lana llegaría al aeropuerto de Glendale en diez minutos y que él debía ir a buscarla.

Lana bajó la voz, su mano subió por el brazo de Jeremy antes de descender gradualmente.

Jeremy sostuvo su mano libre con un tono frío. "No hagamos nada en un lugar como este, ¿de acuerdo?".

Lana retiró su mano con un poco de decepción, pero todavía había un fuerte deseo y esperanza fluyendo por sus ojos. "Si este no es un lugar adecuado, regresaremos y nos tomaremos nuestro tiempo para jugar. Pase lo que pase, debo tenerte esta noche".

Jeremy miró de reojo la cara sonriente de Lana y de alguna manera, la sonrisa de Madeline apareció en su mente, tirando las fibras de su corazón.

Después de regresar a la villa, Lana fue inmediatamente a darse una ducha. Después de la ducha, ella se puso un camisón fino y se acercó a Jeremy, quien corría en la caminadora.

Ella fumó un cigarrillo, se paró junto a la caminadora y apagó la máquina. Ella dijo con coquetería: "Hans".