Ex esposa, "Vamos a casarnos" romance Capítulo 140

El asistente aceptó y siguió sus instrucciones.

Tara frunció el ceño y se apoyó en el costado de Odell.

Mientras tanto, en la entrada, Sonia seguía bloqueándole arrogantemente el paso a Sylvia.

Sylvia se quedó sentada sin moverse, sin pensar en irse. Pasará lo que pasará, tenía que reunirse con Bruce y Catherine ese mismo día. Como Sonia no la dejaba entrar, esperaría allí. De todos modos, Catherine y Bruce tenían que salir en algún momento.

Justo cuando estaban en un punto muerto, salió un joven educado.

El joven sonrió y le dijo a Sonia: "Señorita Ross, el señor Collins ha dicho que todos los presentes son sus invitados. Por favor, deje de bloquearle el paso a esta señora".

Sonia dijo al instante: "No es la invitada del señor Collins. Debe haberse colado".

El hombre miró a Sylvia que agitaba la invitación en sus manos.

El joven dijo: "Todos los que tienen invitaciones son los invitados del señor Collins. Por favor, pase".

Sylvia miró a Sonia, que seguía de pie en su camino. Sonia resopló con frialdad y regresó a la casa con disgusto.

Sylvia giró su silla de ruedas hacia el salón.

El salón era amplio y estaba decorado con antigüedades. Había bastantes personas disfrutando de los cuadros y charlando en pequeños grupos.

No se fijó en el hombre que estaba cubierto por un biombo junto a una mesa de té. Nada más entrar, vio a Catherine, Bruce y sentados juntos junto a la ventana.

Sonia entró antes que ella y se sentó junto a Dona, mirando a Sylvia con frialdad.

Bruce guardó silencio.

Sin embargo, Catherine resopló. "Tristán está tan encantado contigo que está dispuesto a hacer una huelga de hambre por ti. Puede mentirnos y decir que no tiene nada que ver contigo".

Bruce lo pensó y dijo: "Así es. Ese mocoso voló desde Libertad por ti y dejó a su cliente atrás. ¿Cómo vamos a creerle?".

Sylvia frunció el ceño. No esperaba que Tristán volviera volando directamente después de dejar a un cliente.

Sonia intervino de inmediato desde un lado. "Tío, tía, dejen de escuchar sus tonterías. Díganle que se vaya".

Dona le dio un tirón de orejas y dijo a Bruce y a Catherine: "Señor y señora Ledger, aunque Sonia es un poco directa, sus palabras no carecen de razón. La exposición terminará dentro de un rato, pero ustedes aún no han elegido sus cuadros favoritos. No dejen que esta ignorante les haga perder el tiempo".