Felicidad efímera romance Capítulo 34

Jonathan habló.

—Recuerdo que tu madre dijo que me escucharas en el futuro.

—¡Ya estamos divorciados! —exclamó Ivonne.

—Todavía no se arreglan los papeles del divorcio, Señora Landeros —intervino José—. Usted sigue siendo la esposa del Señor Landeros.

«¡M*erda! Me había olvidado del período de reflexión de un mes para el divorcio». Con los dientes apretados, ella gritó:

—¡Eso no hará que te escuche! Sigue soñando. «¡No pertenezco a nadie! Tarde o temprano, seré yo sola. Sé que mamá tiene miedo de que esté en desventaja en la sociedad si estoy sola, sin embargo, después de tres años, me volví impermeable. Yo sola puedo con las responsabilidades de una familia». Justo cuando estaba a punto de marcharse, la expresión de Jonathan se ensombreció de manera significativa.

Al final, se negó a dejarla marchar.

—¿Qué estás haciendo? —preguntó a Ivonne.

Fue entonces cuando lo vio sacar su teléfono y revisar sus contactos, con sus ojos agudos, vio el número que aparecía en su pantalla.

—¿Por qué tienes el número de mi madre?

—Tu madre se lo dio, Señora Landeros. Dijo que, si eres desobediente, el Señor Landeros puede quejarse de ti ante ella —informó José.

Aquello la dejó atónita.

—¿Quejarse? ¿Cuántos años te crees que tienes? —Ivonne se hartó de él y le dijo—: Dijiste que tienes hambre, ¿verdad? Te llevaré a comer a algún sitio. ¿Ya estás contento?

Mientras Jonathan contemplaba su expresión aturdida, se sumió en sus pensamientos. «Quejarme... Es la primera vez que lo hago. Por alguna razón, se siente un poco... increíble». No había ningún comedor cerca. Al principio, ella quería llevarlo a un restaurante de veinticuatro horas que estaba un poco más lejos del hospital, por alguna razón, insistió en ir a un lugar de asador.

Capítulo 34 Sopa de champiñones 1

Capítulo 34 Sopa de champiñones 2

Capítulo 34 Sopa de champiñones 3

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