Héroe Retrasado romance Capítulo 12

A Huang Yuming se le conocía por tener un temperamento feroz. Ciertamente, no se había dedicado a mostrar piedad para llegar a donde estaba en cinco años. Resopló y no dijo más. Luego, se dio vuelta y se fue. El directivo al que mencionó se quedó estático, con la cara roja y sin saber qué hacer. Apenas se había dirigido a Lin Yuzhen con unas palabras sarcásticas. El director Huang no podía estar tan molesto, ¿verdad?

-Director Lin... -miró lastimosamente a Lin Qiang.

—Deja tu renuncia en mi escritorio mañana.

Lin Qiang tampoco tenía opción. Era uno de sus empleados, ¿con qué derecho lo despidió Huang Yuming? Pero había firmado el proyecto y había demasiadas incógnitas en el asunto, de modo que no se atrevía a molestar a Huang Yuming.

El directivo sintió que se le desmoronaba el corazón cuando oyó las palabras de Lin Qiang. Todos los que escucharon temblaban con fuerza. ¿O sea que lo habían despedido sólo por hablarle de ese modo a Lin Yuzhen? Este hombre era directivo del Grupo Lin. Parecía obvio que Huang Yuming estaba del lado de Lin Yuzhen, pero la pregunta más importante era: ¿qué relación tenían?

-¿Qué hacen aquí parados? ¿No tienen trabajo? -gritó Lin Feng y los empleados volvieron de prisa a trabajar. Caminó hacia Lin Qiang y dijo con mal gesto—: Papá, ¿qué está pasando entre Lin Yuzhen y Huang Yuming?

En definitiva, no eran amantes, como habían pensado al principio. A juzgar por la actitud de Huang Yuming, la trataba con mucho respecto e incluso algo de miedo. Pero, ¿por qué? ¿Quién era Huang Yuming? Era un hombre capaz de controlar tanto los círculos legales como los ¡legales. Hasta los Lin tenían que ser sumamente respetuosos con él. ¿Qué había hecho Lin Yuzhen para que Huang Yuming la tratara con tanta cortesía?

-¡Averigua qué pasa!

Lin Qiang tenía una expresión fría en el rostro cuando habló. Este giro repentino había alterado sus planes por completo. Si Lin Yuzhen y Huang Yuming tenían ese tipo de relación, entonces de verdad no podía tocar a Lin Yuzhen.

-Entendido-, Lin Feng se fue de inmediato.

En la oficina, Lin Yuzhen por fin había vuelto en sí.

Caminó hacia donde estaba Jiang Ning, con ambas manos en la espalda, como si inspeccionara a un ratoncito en una jaula, y lo miró con seriedad.

-¿Qué está pasando? -Lin Yuzhen arrugó la nariz-. No me digas que no tienes nada que ver, no te creeré.

Jiang Ning abrió sus ojos entrecerrados y dijo con calma:

—Lo admito. Sí tengo algo que ver.

¡Lo sabía! Lin Yuzhen lo sabía. No había otra razón para que él estuviera tan seguro de que nadie más que ella podría firmar este contrato. Y de que tuviera tanta confianza en que Lin Qiang y su hijo se sobajaran y le rogaran que volviera al trabajo. Era obvio que él lo había arreglado. Pero... era sólo un indigente, ¿cómo podría conocer a Huang Yuming? Recordó cómo encontró a Huang Yuming parado haciendo reverencia frente a Jiang Ning cuando ella abrió la puerta.

-Conozco al pequeño Huang. -Vio a Lin Yuzhen mirándolo, esperando que diera una explicación. Jiang Ning rio-: Antes de que lograra hacerse rico, él también era indigente. Una vez estuvo a punto de morir de hambre y le di la mitad de mi pan, así que me debe una.

Estaba aquí hoy para devolver el favor.

-¿Crees que me voy a creer eso? -dijo Lin Yuzhen con tono burlón.

Se mordió los labios. Esto estaba más allá de lo que podía imaginar. Jiang Ning la estaba tratando como una niña al contarle esa tonta historia.

—¿Crees que la gente buena va a cosechar buenos frutos? -preguntó Jiang Ning con seriedad.

Lin Yuzhen lo pensó un momento, luego dijo:

—¿Quieres decir que tú eres un bueno?

—No, tú eres una buena persona. —Jiang Ning se levantó -. Por eso recibirás tu recompensa.

Jiang Ning nunca olvidaría ese dulce en toda su vida. Había estado en peligro en incontables situaciones, a veces al borde de la muerte. Pero esa envoltura de dulce que llevaba con él siempre le dio esperanza y fuerza.

-Bueno, no lo pienses tanto. Mientras todo esté resuelto -continuó Jiang Ning-. Vámonos, ya es tu hora de salida.

—¿Qué? Apenas llegamos.

Jiang Ning la ignoró y la arrastró fuera de la oficina. Siguió jalándola hasta salir del edificio y todos los que los vieron les abrían el paso, temerosos de acercarse. Lin Yuzhen podía sentir que parecían tenerle miedo. A Jiang Ning no le molestaba para nada. Condujo la motoneta y llevó a Lin Yuzhen a una agencia automotriz.

Capítulo 12 1

Capítulo 12 2

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