Héroe Retrasado romance Capítulo 122

-¿Qué está pasando? -Zhou Hua frunció el ceño. ¿No les había dicho que reunieran a los hombres y se prepararan para ir a Donghai?

-¡Huang Yuming está aquí!

Zhou Hua dejó de inmediato la copa en la mesa.

-¿Cuántos hombres viene con él?

—Una docena.

-¿Una docena?

Zhou Hua pensó que había escuchado mal pues él había reunido a trescientos. Huang Yuming solo tenía a doce y se había atrevido a buscarlo en Linhai. ¿Acaso estaba siendo demasiado confiado, o pensaba que Zhou Hua no se atrevería a tocarlo? Zhou Hua sonrió con frialdad.

-¿Dónde están?

—Afuera, dicen que tienen algunos negocios que tratar contigo.

Zhou Hua entendió de inmediato lo que querían decir.

Negocios ¿eh? Ya que había traído a tan pocos hombres seguramente estaba ahí para ofrecerle una tregua. Así que el tal Huang Yuming no era estúpido, debió haber investigado a Zhou Hua y se dio cuenta con quién estaba tratando y venía a admitir la derrota, pero ya era demasiado tarde.

Aunque quisiera negociar las condiciones eran totalmente diferentes, en este momento, Huang Yuming no podía culpar a Zhou Hua por pedir más.

—viles que esperen en el cuarto pequeño. —Zhou Hua decidió hacerlos esperar—. Iré con ellos una vez que termine con esto.

No tenía nada que hacer, solo quería que Huang Yuming supiera que ya no estaban en igualdad de condiciones. Si estaba aquí para ofrecer una tregua entonces se tendría que humillar. Era un buen momento para que Huang Yuming pensara en cuanto le costaría la tregua.

-Entendido.

Sus hombres salieron a darles la respuesta. Zhou Hua se sirvió otra copa de vino y pensó en las condiciones que iba a establecer. En definitiva, pensaba pedir una suma exorbitante para cubrir los gastos médicos de Jin Mao y los otros hombres, pero lo que quería en realidad eran los bienes y los proyectos al mando del nuevo Grupo Lin y también quería a Lin Yuzhen sobre todas las cosas.

Lin Feng le había mandado una foto de Lin Yuzhen, y bastó con echarle un vistazo para confirmar que la quería, aunque solo fuera para jugar con ella. Sería muy divertido.

¡BAM! Justo mientras pensaba en eso, alguien abrió la puerta de una patada. Miró hacia arriba y frunció el ceño mientras preguntaba enfadado

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