En ese instante el hermano Gou y el resto entrecerraron los ojos y un aire gélido se levantó tras ellos, Jiang Ning no les mentiría. Aunque no era evidente en sus rostros, muchos de ellos habían empezado a sentirse satisfechos antes de esto, después de todo, habían pasado por varias peleas y nunca habían perdido, al contrario, ganaron de manera espectacular. Este increíble aumento del ego les había hecho empezar a pensar que eran lo suficientemente poderosos, pero ahora Jiang Ning les había arrojado una enorme tina de agua fría en la cara que provocó que se despertaran de inmediato.
—Espada Rota —gritó Jiang Ning—. Incluso si lo atacan todos a la vez, ninguno de ustedes podría resistir ni siquiera uno de sus movimientos.
El hermano Gou pasó saliva, se habían dado cuenta de ello el día en que lo habían seguido.
—Ahora ya saben en qué nivel están sus capacidades.
Jiang Ning podía decir por sus expresiones decaídas que sus palabras los habían despertado de sus sueños.
—Gou.
—Sí.
El hermano Gou se acercó y Jiang Ning le arrojó un plano.
—Has que el equipo de construcción haga esto en dos días. El nuevo curso de entrenamiento será más estricto y riguroso, aquellos que no puedan soportarlo se pueden largar.
No dijo nada más y se fue una vez que había arrojado el plano. Los hombres comenzaron a sentir que la sangre les corría de nuevo por el cuerpo y las llamas que se habían apagado antes estaban empezando a arder de nuevo, sabían que Jiang Ning había hecho eso por su bien. No quería que perdieran la vida sólo porque se habían confiado, así que ahora había diseñado un nuevo curso de entrenamiento con la esperanza de que pudieran ser más fuertes.
Comentarios
Los comentarios de los lectores sobre la novela: Héroe Retrasado