―¡Sigan buscando! ―Lu Qian dio las órdenes.
Dragón de Hielo y Dragón de Sangre habían enviado a muchos hombres pero seguían sin encontrar a Lu Xun y a Dragón Explosivo.
―¿Cómo pudieron perderse? ―Lu Qian comenzó a preocuparse―. ¿Espada Rota ha regresado?
―Imposible ―respondió Dragón de Hielo―. Por la forma en que hace las cosas, Espada Rota no habría regresado silenciosamente.
Si hubiera sido él, las noticias serían impactantes porque querría que otros supieran que había vuelto con el maestro Fu. Sin embargo, hasta ahora no había noticias de ellos.
―¿Con quién hizo negocios Lu Xun? ―preguntó Lu Qian.
―Con la familia Yu y la familia Jin.
Lu Qian se levantó.
―Vayan con los Yu ahora.
No dudó ni un instante. Esa sensación de intranquilidad en su corazón lo hizo preocuparse. Esperaba que estuviera equivocado.
En ese momento, Yu Fang estaba sentado en su estudio, haciendo té. También esperaba noticias. Lu Xun había ido a Donghai por la tarde. ¿Por qué aún no había vuelto? Además, no había ninguna noticia de él. ¿Acaso también ellos habían caído en Donghai?? «¡Eso es imposible!». Yu Fang de inmediato refutó su suposición. «Es de la familia Lu. Y Dragón Explosivo, un peleador con grandes habilidades, había ido con él, así que definitivamente Jiang Ning morirá».
Yu Fang sabía bien lo escalofriante que era Dragón Explosivo. Durante el tiempo en que mucha gente de Shengcheng peleaba contra la familia Lu, ese hombre había destrozado tantas cabezas. Era un monstruo.
«Pero, ¿por qué sigue sin haber noticias?». Yu Fang todavía podía sentir algo de miedo hacia Jiang Ning. Sabía muy bien lo poderoso y dominante que podía ser. Por eso había instigado a Lu Xun para que llevara a Dragón Explosivo para causarle problemas a Jiang Ning. Ahora, sin embargo, se sentía incómodo. Si Lu Xun moría en Donghai, su familia estaría arruinada.
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