Dragón de Hielo rugía desde el corazón y sujetaba la daga con muchísima fuerza. Lu Qian había estado mirando a Jiang Ning todo el tiempo cuando abrió los ojos por completo y gritó:
―¡Cuidado!
Por supuesto, no se lo decía a Jiang Ning. El aire a su alrededor había cambiado de repente. Era como si un tornado apareciera de la nada y creciera hasta convertirse en un agujero negro que devoraba todo. Todo eso ocurrió en un instante.
Jiang Ning hizo su movida. Flotó y estiró una mano. Parecía tan lento, pero era veloz como un rayo. Tomó la muñeca de Dragón de Hielo y se liberó una tremenda fuerza.
¡CRAAACK!
La expresión de Dragón de Hielo cambió. Sabía que Jiang Ning le había quebrado la muñeca con un solo movimiento. ¿Cómo era posible? Había entrenado artes marciales durante los últimos veinte años y era mucho más fuerte que una persona normal. ¿Cómo fue que Jiang Ning…?
―¿Aún tienes tiempo para pensar en otras cosas?
Se oyó una voz a un lado de Dragón de Hielo y salió de sus pensamientos para ver que Jiang Ning ya lo había pateado con fuerza en el pecho.
¡PAM!
Salió volando.
―¡Dragón de Hielo!
Dragón de Sangre se impresionó. El puño que se dirigía hacia la cabeza de Jiang Ning comenzó a avanzar más rápido.
¡PAM!
Jiang Ning estaba parado en su sitio, sin moverse. Lanzó un puñetazo también, pero era más rápido y feroz que Dragón de Sangre.
―¡AAH!
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