¡PAM!
Ye Xinhuo y Espada Rota trabaron una batalla violenta. Nadie de los que estaban alrededor podía intervenir. No había necesidad de tantearse. De inmediato, los dos comenzaron a atacar. Espada Rota estaba determinado a matar a Luo Yongqian, así que sus mirada era helada. Tan helada que infundía miedo en los corazones. Era una mirada que ignoraba todo en el mundo, incluyendo su propia vida.
¡PAM!
¡PAM!
¡PAM!
Ye Xinhuo tenía la oportunidad de matarlo, así que atacó tan ferozmente como pudo. Si no lograba asesinar a Espada Rota, más le valdría matarse. Espada Rota ya estaba herido de gravedad. Después de enfrentar con todo a Ye Xinhuo, su rostro comenzó a palidecer.
¡PUUUUM!
Espada Rota retrocedió dos pasos. Escupía sangre por la boca pero su mirada nunca cambió.
―¡Vete al infierno!
A Ye Xinhuo no le importó. Cada movimiento que hacía era salvaje y letal. Iba a matar a Espada Rota aunque terminara herido o muerto. Espada Rota también quería acabar con Luo Yongqian. Pero sabía que quizás no podría hoy. ¿Qué más daba?
―¡Al ataque!
Espada Rota rugió y fue como si dos rayos salieran de sus ojos, como si hubiera vuelto a su juventud. Blandió su espada rota y el viento aulló. La energía de su espada llenó el aire y lo atravesaba todo. Ni siquiera Ye Xinhuo esperaba que pudiera ejercer ese poder aunque estuviera al borde de la muerte.
―¡Retrocedan! ¡Rápido!
―¡Protejan al amo!
Comentarios
Los comentarios de los lectores sobre la novela: Héroe Retrasado