Al instante, todos en el círculo ilegal de Shengcheng comenzaron a moverse. Había linternas y decoraciones en todas partes como si fuera Año Nuevo. Los jefes habían preparado todo de antemano para que pudieran dar la bienvenida a Jiang Ning en cualquier momento con lo mejor que tenían. Esta reacción sorprendió a muchos representantes de familias poderosas. No entendían lo que estaba pasando.
El círculo ilegal de Shengcheng seguía luchando entre sí hasta la muerte el día anterior, pero parecían ser amigos hoy, estrechándose la mano felices, intercambiando palabras educadas y caminando juntos con armonía.
¿Qué diablos estaba pasando?
Jiang Ning había enviado a Lin Yuzhen y sus socios comerciales a su empresa asociada en Shengcheng y dejó a ocho hombres para protegerla. Luego llevó al hermano Gou a la casa Jin.
Lin Yuzhen estaba aquí para resolver algunos problemas, al igual que Jiang Ning.
La diferencia era que ella resolvía los problemas que se atravesaban, mientras que Jiang Ning iba a resolver el origen de esos problemas.
En la casa Jin. Jin Yang estaba de buen humor. Tenía un gran árbol detrás de él, por lo que estaba disfrutando de su sombra. La familia Qi era una poderosa familia del norte. Era una familia poderosa que era famosa incluso en el norte. Una vez que tenía este gran árbol detrás de él, pensó que la familia Jin podría seguir avanzando por lo menos diez años.
—¿Ya volvió Jin Ran?
Estaba muy preocupado por eso. Jin Ran había ido a Donghai con las instrucciones de la familia Qi. El Grupo Lin debería dejar de molestar para entonces.
Jin Ran de seguro volvería con una mirada de presunción en su rostro. ¡Esa sensación de venganza debe sentirse muy bien!
—Maestro Jin, el joven amo no ha regresado.
Jin Yang asintió.
—Este tonto está de seguro muy feliz y salió a celebrar.
¿Cómo celebraría Jin Ran? Podría hacer que Lin Yuzhen del Grupo Lin obedezca, se arrodille ante él y cumpla sus órdenes.
Si no fuera por esa Lin Yuzhen, las piernas de Jin Ran no se habrían roto.
—Psh, ¿qué familia Lin? Frente a la familia Qi, ¡son sólo hormigas! —Jin Yan se burló con desdén—. Incluso ese Lu Xun no era nada. Eran sólo un perro para esas familias poderosas.
Cuando pensó en cómo su mujer favorita había sido violada por ese perro, un fuego ardió en su corazón.
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