Lin Yuzhen sintió que la cabeza le acababa de explotar.
Miró anonadada a Jiang Ning. Nunca esperó que él golpeara a alguien por ella. Y era Lin Feng a quien había golpeado. ¡El nieto mayor de los Lin! ¿Sólo porque era su esposa?-
-¡Tú lo pediste!
Lin Feng se levantó y tiró un puñetazo hacia Jiang Ning. Nadie nunca se había atrevido a golpearlo, y lo peor es que era el esposo de Lin Yuzhen, un inútil que era un yerno adoptado.
¡CRACK!
Su puño apenas había pasado frente a Jiang Ning cuando él lo tomó con una mano. Jiang Ning usó algo de fuerza y lo siguiente que Lin Feng oyó fue un fuerte chasquido en su muñeca.
—¡AAAAH!
¡Estaba rota!
Lin Feng aulló de dolor.
-Ella es mi esposa. De ahora en adelante, nadie va a abusar de ella.
Sólo después de decir esto, Jiang Ning soltó la mano y luego se llevó a Lin Yuzhen, que estaba completamente aturdida.
-¡Te voy a matar! ¡TE VOY A MATAR!
Lin Feng se tomó la muñeca, el dolor lo estaba matando. Nunca esperó que esa basura que su propia familia había encontrado para yerno se atreviera a golpearlo.
Lin Yuzhen estaba acabada. Toda su familia estaba acabada.
Lin Feng corrió de vuelta al hotel y ni se preocupó por su lesión. Lin Qiang seguía en el salón, hablando con unos socios.
-¡Papá! ¡Papá!
Lin Feng llegó y Lin Qiang frunció el ceño al ver interrumpida su conversación.
-Hablaremos en otra ocasión, ya que tu hijo tiene asuntos que discutir contigo.
Los invitados se levantaron y se fueron. Lin Qiang gruñó y resopló:
-¡Qué desastre! ¿Qué sucede?
—Papá, alguien me golpeó.
Lin Feng apretó los dientes.
—Mira mi mano, ¡está rota!
-¿Quién hizo esto?
Lin Qiang se paró de inmediato. Ni siquiera él podía golpear a su querido hijo. ¿Quién podría ser tan salvaje?
—¡Jiang Ning! —Lin Feng seguía apretando los dientes-. El esposo de Lin Yuzhen que acaba de llegar a la familia.
Acababan de darle a Jiang Ning un nuevo comienzo. Ni pensar que no estuviera agradecido por eso, se había atrevido a golpear a Lin Feng. No era más que un vagabundo, una basura inservible, ¡y se estaba rebelando! Lin Qiang estaba furioso.
-¿Ese inútil que adoptamos como yerno?
Según lo que sabían, Jiang Ning era un indigente y no tenía esperanzas. Incluso tenía episodios de demencia, así que quizás fue asunto de su enfermedad mental.
—Lin Yuzhen le dijo que me golpeara y él lo hizo. ¡Me dio en la mano tan fuerte que se rompió!
Los ojos de Lin Feng estaban rojos de ira. ¿Cuándo había sufrido así en su vida? Lin Qiang frunció el ceño.
-Ese tipo está enfermo, tal vez tuvo una rabieta.
De inmediato ordenó que trajeran un doctor para la herida
de Lin Feng.
-No provoques a gente loca como él. Pero esa Lin Yuzhen en verdad hizo que Jiang Ning te golpeara. ¡Hmm! No la dejaré ir así.
-Papá, ¡expúlsala de la familia!
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