-¡Deténganse ahí! —Huang Yuming había ordenado a sus hombres cuidar la entrada de la obra y su líder era el hermano Gou.
Este entrecerró los ojos y miró a Hei Hu.
-¿No es este el hermano Hu? ¿Por qué trajiste más gente para trabajar? La obra no necesita más trabajadores, ¿sabes?
-¡Lo estás pidiendo! -Hu estalló furioso-, ¿Dónde está Yuming? ¡Díganle que venga ya!
-El director Huang intentó hacer un trato contigo, pero pensé que lo habías rechazado. 6.8 millones de dólares no es una gran inversión, pero no quisiste despegarte de ese dinero.— Gou no soltó ni un puñetazo y sin embargo atacó a Hei Hu en frente de todos.
El rostro de Hu se oscureció. ¿Desde cuándo los de bajo rango le hablaban así?
-Voy a llevarme a estas vergüenzas de vuelta hoy, ¿vas a detenerme?
Tenía un gesto amenazador. Con un grito, los cientos de hombres detrás de él blandieron sus bates.
El hermano Gou se rio y se tronó el cuello. Con un aplauso reunió cerca de trescientos hombres de la obra. Eran más que el grupo de Hei Hu.
-Escuché todo sobre ti. El director Huang dijo que si el hermano Hu quería enseñarme una lección, yo también podía hacerlo contigo.
Como una tropa, los hombres detrás de Gou dieron paso al frente. El rostro de Hei Hu se volvía cada vez más desagradable. ¿Un simple perro de Huang Yuming se atrevía hablarle así?
-¡No me provoques! -dijo Hei Hu enojado.
—En el momento en que tú hagas algún movimiento, nosotros haremos el nuestro. ¡Hoy uno de los dos morirá! -El hermano Gou se metió un dedo en la oreja.
¡Qué salvaje! Cuando se trataba de intercambiar palabras crueles, el hermano Gou no le temía a nadie. Además, había un ángel de la muerte sentado en el auto. Gou había sido testigo de lo poderoso que era Jiang, así que le daba más confianza.
Hei Hu se enfureció al escuchar esto y la ira le nublaba la cabeza.
-¡Golpéenlo! ¡Denle una paliza a estos malditos idiotas que no saben lo que les conviene!
En un abrir y cerrar de ojos, ambos bandos chocaron de forma violenta y se desató una gran pelea. Gou bateaba con fiereza y no se contenía. Por fin tuvo la oportunidad de probarse así mismo frente a Jiang Ning, así que si no hubiera hecho el esfuerzo, ¡Jiang Ning le habría perdonado la vida en vano!
¡PAM!
¡PUM!
¡BUIIM!
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