Héroe Retrasado romance Capítulo 392

—Sólo haz lo que se supone que tienes que hacer y trae a esa mujer de vuelta. —Su Mingquan dijo con desdén—. ¿Qué tontería es esa de un territorio prohibido? ¿Ahora se creen que en realidad son importantes? Comparados con Shenghai, sólo son basura.

—¡Sí, Joven amo Su! —sus hombres respondieron de inmediato.

Era cierto que las ciudades de la región sureste a lo largo de la costa no eran nada comparadas con Shenghai o con las otras ciudades importantes del norte en términos de estatus, aunque al parecer Donghai fuese un territorio prohibido y se hubiese levantado no hace mucho, su historia en realidad no nada que se pudiera presumir.

Esos hombres sólo eran precavidos y por ello consultaron primero a Su Mingquan antes de meterse en problemas innecesarios, ya que, de lo contrario la familia Su podría acabar matándolos a ellos, pero ahora parecía que Su Mingquan no tenía ninguna consideración por ese llamado territorio prohibido.

Después de colgar el teléfono, Su Mingquan miró al representante de Ye Qingwu quien estaba arrodillado frente a él, tenía una expresión llena de terror, Su Mingquan rio con frialdad.

—¿Crees que no me atrevería a tocarla solo porque fue a ocultarse a ese territorio prohibido de mierda llamado Donghai?

El representante tembló, tenía heridas por todas partes.

—Joven amo Su, Qingwu es joven e inmadura, no lo tomes tan a pecho.

¡PAF! Su Mingquan le propinó una bofetada y le brotó sangre de la boca.

—Ni siquiera tu jefe se atreve a hablarme así. —Su Mingquan sonrió con frialdad y su rostro sólo reflejaba desprecio.

—Te lo digo, me acostaré con Ye Qingwu y no solo eso, también voy a patrocinar algunas películas para ella. ¿No crees que sería un desperdicio si ella no filma algunas películas épicas?

El rostro del representante palideció al instante ante esas palabras, Su Mingquan no hablaba de películas decentes. Destruiría a Ye Qingwu y ella nunca podría caminar con la frente en alto después de filmarlas. La ropa que se quita, no se puede volver a poner.

—¡Joven amo Su! —el representante se apresuró a suplicar—. Usted es una persona generosa, por favor déjela en paz, por favor...

Trató de alcanzarlo para rogarle que la dejara tranquila, pero sus hombres lo sujetaron y no pudo acercarse en lo absoluto.

Verifica el captcha para leer el contenidoVerificar